William “Paraulata” Urdaneta nos cuenta su vida

Ricardo Cabrera

Nunca ha ocultado su origen guaro, a pesar de haber jugado con varios equipos del país, y es que como decía un poeta popular “el barrio siempre llama”. Por eso William Urdaneta cada vez que tiene la oportunidad habla de su “San José”, como en esta nota que le hicimos en ocasión de un reencuentro de viejas glorias del fútbol en la capital del estado Lara, y que sacamos a colación nuevamente acá, antes de conocer algo más de su vida.

Así habla William “Paraulata” Urdaneta de los futbolistas que dio el estado Lara al balompié rentado:

“En realidad a esos personajes, esa calidad de jugadores que tuvimos acá, como Ordan Aguirre, Edgar Motoneta Azuaje, Wilmer el Chingo Álvarez, Iván Pelé Tovar, que en paz descanse, Lucidio Morán, uno de los precursores del fútbol larense, Carmelo Carreño, que se hizo guaro porque él es oriental,  y tantos otros, hay que darles las gracias por lo que aportaron a un futbol tan aguerrido como el nuestro”.

Le comentamos a William que él también es del sector de  San José, que tantos jugadores le ha dado al fútbol profesional, y le pregunta si sabe el porqué de que ese sector de Barquisimeto le haya dado tantos jugadores al fútbol profesional.

“En San José tenemos solo una pequeña canchita, donde se juega ocho pa’ocho, pero de allí han salido muy buenos futbolistas, de verdad que  allí ha habido jugadores de mucha calidad, pero se han perdido en el camino. Esperemos que con estas nuevas camadas que se están formando en la escuelista de la cancha, se vuelva a contar en los clubes profesionales del país, con futbolistas de este sector”.

Agrega que “de allí también salió mi hijo, Ángel Urdaneta, que hoy en día está con Estudiantes de Mérida, y es nacido acá en Lara, es larense de corazón, jugó en varios equipos, incluyendo al Lara, y hasta la temporada pasada estaba con Estudiantes, y se metieron en Sudamericana, para mi es una bendición que mi hijo siga mis pasos, le digo que sea humilde, sencillo y que siempre entre con las ganas a la cancha, un futbolista en la cancha no puede estar parado tiene que estar en movimiento, corriendo y dispuesto a jugar con sus compañeros, que así es que se triunfa”.

Antes de dejarlo, se le pregunta por el apodo de Paraulata.

“Eso viene si no me equivoco, de un personaje de los medios, me lo puso creo que fue el desaparecido narrador y comentarista Noel Pabón Osorio, pero no estoy seguro al cien por cien, fue en una jugada en que perdí la pelota como a tres cuartos de cancha, tiraron una pelota larga y yo regresé con todo lo que tenía y se la quité rapidito, entonces el narrador dijo que por lo rapidito parecía una paraulata y con ese apodo me quedé”.

Atendió la solicitud de nuestro director Luís Vidal, para contestar las preguntas de rigor, y contarnos un poco de su historia dentro del fútbol venezolano.

• ¿Donde te iniciaste en el fútbol?

Comencé a jugar fútbol organizado acá en Barquisimeto, en el Barrio San José a la edad de 14 años, no comencé como otros niños a temprana edad, porque de chamo era muy enfermo, sufría de asma, también del conducto urinario, tuve hernia inguinal, y mi madre me protegía mucho.

• ¿Cómo era la formación y el entrenamiento y preparación de esa época?

Era algo rudimentario, mucha física demasiado trote, muy poco trabajo de fundamento como recepción, dominio de balón, hacer pases con el borde externo e interno, conducción con ambas piernas y falta de esquema táctico.

• ¿Qué entrenadores tuviste en esa época?

A la edad de 14 años tuve a Argenis García, ya que en el barrio habían 2 clubes infantiles A: UD San José, los más experimentados, y Juventud San José, que éramos todos nuevos jugando al fútbol. En juvenil me entrenaron Rafael Castillo y Alirio Rodríguez.

• ¿Cómo fue tu salto al Profesional?

Comencé en el año 1.978 a entrenar con el Deportivo Lara, pero debuté en el 79, era de poca contextura física, y para esa época era muy difícil jugar, jugaban 8 importados y 3 criollos, así era aquí en el Lara.

• Con cuáles equipos jugaste?

Comencé en el Deportivo Lara, y luego jugué también con Lara FC, Estudiantes de Mérida, Atlético San Cristóbal, y Unión Española de Lara.

• Cómo era la primera división en ese momento?

Para esa época la primera división era muy competitiva, de mucho roce, mucho físico y potencia. Cuando comencé a jugar mi posición era defensa central, cuando llegué al profesional tuve que aprender a jugar de lateral porque no tenía ni físico, ni peso para esa posición.

7) ¿Contra qué estrellas de la época jugaste, y con quién compartiste en el mismo equipo?

Una de las estrellas con quien compartí en el Lara FC fue Hildo Maneiro, el uruguayo que jugó en el Mundial de México’70, también con Wildimar Gómez, un excelente jugador que formó filas en el Cruzeiro de Brasil, con ellos compartí en el Deportivo Lara; con el paraguayo Carlos Báez  jugué en el Atlético San Cristóbal, él jugó en España, no recuerdo pero creo que fue en el Valladolid, y además en Estudiantes de Mérida jugué junto al argentino nacionalizado Juan José Scarpeccio. Entre a los muchos que enfrenté está Cafuringa, el brasileño que jugó con el Deportivo Táchira, también enfrenté al colombiano Arnoldo Iguarán, que jugó con el Deportivo Táchira y fue mundialista con la selección de Colombia, y hasta no hace mucho era el máximo goleador de la selección Colombia, hasta que Radamel Falcao lo superó.

• 

  Vistiendo los colores de Unión Española de Lara

  ¿Qué juego recuerdas con mayor entusiasmo?

Un clásico en San Cristóbal contra el Táchira en esa época se jugaba con un solo recuperador un 5 por decir, nosotros teníamos un paraguayo Aveiro muy bueno en su posición pero estaba lesionado y el profe  Walter Cata Roque y me dice que yo era el indicado para jugar la posición era un avance del Táchira, corto el avance, le doy un pase preciso a Tarzán Rodríguez, éste mete un centro perfecto a la cabeza de Pedro Febles, quien la manda a guardar, ganamos 1 a 0 y fue para mí en especial una gran satisfacción, porque fue uno de los juegos que más me marcó en mi carrera.

• Que juego eliminarías de tu carrera:

El que eliminaría de mi carrera seria uno contra el Deportivo Italia en Caracas, yo jugaba con el Atlético San Cristóbal, estaba jugando ese día de 8, me dan una pelota cerca del arco del equipo contrario, me perfilo y mando el zapatazo, con la mala fortuna que uno de los centrales después de haber pateado me coloca una plancha y me fractura, era el último partido del campeonato, me perdí la convocatoria a las eliminatorias con la selección de Venezuela al Mundial del 86, el profe ya me había dicho que iba a estar en ese grupo, pero no pude representar a mi país, vi el partido desde la tribuna en muleta, vi los goles de Herbert Márquez y René Torres, perdimos con Argentina pero fueron 2 Golazos.

• Tu experiencias con la vinotinto

Represente a mi país en 3 ocasiones: un Suramericano juvenil en Guayaquil, un Preolímpico en la misma ciudad, y una copa América cuando era por zona y nosotros estábamos en el grupo de Chile y Uruguay, a mí me convocaron después de haber jugado en Chile y Uruguay, también estuve convocado para los bolivarianos en el 81 acá en Barquisimeto, jugamos partidos amistosos contra Colombia y Cuba, jugué de titular pero a última hora fui excluido por el técnico, también tuvimos una gira por México, jugamos contra la selección de México y contra el Morelia, jugamos contra la selección de Honduras la que fue al Mundial, y contra la selección del Salvador, eso fue antes de ir al preolímpico en Guayaquil.

• Quiénes fueron tus entrenadores durante tu carrera profesional, y qué rescatarías de cada uno de ellos?

Mi primer técnico fue un brasileño llamado Dirceo Ladeia, el popular “Trapatoni”, a él le doy las gracias por haber creído en mi y darme la oportunidad de estar en ese equipo, a pesar de mis limitaciones y de mi físico para ese momento, me dio las herramientas de cómo enfrentar a un jugador de mayor capacidad muscular, le estoy agradecido y también me enseñó cómo desenvolverme en la cancha.

Pancho Hormazabal fue un técnico de mucha experiencia, muy trabajador en los esquemas tácticos, con pelota parada y en movimiento, venia de dirigir en Colombia y estaba un poco mayor.

Heriberto Solís fue un técnico que tuve en el Lara, un colombiano de mucha física, le gustaba que el jugador corriera todo el partido, que no se parara en cancha.

A Castañeira, el técnico brasileño, lo tuve en Estudiantes de Mérida, trabajaba mucho con la pelota, no era de meter mucha física, todo era con el balón, le gustaba hacer colectivos y muchos movimientos en la cancha.

Nerio Hernández fue un técnico canario que estuvo aquí en el Lara y era muy carismático, le gustaba mucho el esquema técnico, táctico, muy buena persona, jugué una vez un partido amistoso con el Galicia que él me llamó para que agarrara ritmo de juego.

Raúl Cavalieri es un técnico argentino muy exigente, y lo tuve en Unión española de Lara.

Luis Mendoza fue mi técnico en Atlético San Cristóbal, y es el único técnico venezolano exigente, le gustaba mucho el toque del balón, y también ir al ataque muy frontal.

Walter Cata Roque con el Atlético San Cristóbal, lo dejé de último porque lo considero mi papá en el fútbol, creo que vio todo el potencial que yo tenía, me tenía tanta confianza que la primera vez que jugué medio campo fue con el Cata en la selección de Venezuela, en el Preolímpico de Guayaquil, con él jugué de marcador derecho, que era la posición que yo más dominaba, marcador izquierdo, jugué de 5 o recuperador, también de 8 de ataque, de puntero derecho que para ese tiempo se le llamaba puntero mentiroso, fui titular en todos los partidos el profe Walter, un señor dentro y fuera de la cancha. Le doy las gracias por haberme dado la oportunidad de jugar en ese equipo, le estaré siempre agradecido, que Dios lo tenga en la Gloria.

• Después de colgar los botines a qué te dedicaste:

Bueno, trabajé en una fábrica de urnas de mi cuñado, después trabaje en publicidad, y luego volví a trabajar en la fábrica de urnas de mi hermano, actualmente trabajo en Lácteos Los Andes.

13) Como vez el futbol hoy en día, actualmente en Venezuela:

Lo veo de esta manera: si hoy tuviera la capacidad de jugar, jugaría fácil, todo ha cambiado, la forma de entrenar, los zapatos ahora son mas cómodos, te miden todo el recorrido, el desgaste, tus pulsaciones, los uniforme son más sofisticados, hay más oportunidad para el criollo, cualquiera le pega duro a ese balón, yo no jugué con ese tipo de balón, antes los equipo eran más frontales, había mucho roce, o  en nuestra época vinieron muchos jugadores de renombre y uno aprendía mucho de ellos, lo que si no ha cambiado y creo que ahora es peor, es la deuda de los equipos con sus jugadores, era una lástima que nuestros equipos venezolanos estén pasando por esto, muchos jugadores que han quedado sin trabajo, deseando que este mejore para el bien del fútbol venezolano.