Venezuela, tierra de guardametas : el “gato” Arizaleta,uno de ellos

 

Andrés Augusto Arizaleta Galindo nació en Caracas en 1950 y allí se hizo portero, pero más de la mitad de su vida la ha pasado en el llano venezolano, desde los años gloriosos con el Portuguesa FC de los 70’ hasta su llegada a Barinas en 1980 para no regresar a su lar nativo.

Algo similar a lo que significó el nacimiento de su padre Andrés Augusto Arizaleta Ascanio que se produjo en Venezuela a principios del siglo XX cuando sus progenitores traían el encargo a la cigüeña desde la provincia española de Navarra donde hay un pueblito que lleva el nombre de Arizaleta. Andrés padre vio la luz en Caucagua, estado Miranda y se enraizó en Venezuela

Háblanos de tu familia y su influencia en que jugaras al fútbol

Mi mamá fue Josefina Galindo Nieves, de Santa Lucía, también mirandina como papá. Ellos me dieron la educación y luego yo tomé la decisión de hacerme futbolista. Mi abuelo paterno si jugó fútbol pero no profesional. Mi papá nació a los dos meses de llegar la abuela a Venezuela. En los primeros años trabajó en la siembra de cacao con el abuelo allá en Miranda, después ya mayor se encargó de los negocios de un hermano mayor del abuelo allá en Caracas y después al comercio de repuestos de automóviles. El que más recuerdo era Repuestos “El Peñón” en Puente Hierro.”

¿Quién te puso el apodo de “Gato”?

Fue el relator colombiano Jorge Eliécer Villanueva cuando trasmitía los juegos de aquel Atlético Zamora que ganaba la Copa Venezuela en el primer semestre que llegué a Barinas, dejando atrás la tradición de guardametas extranjeros en la puerta de la “Furia Llanera” para que en adelante ese puesto fuera exclusivo para los criollos.

¿Cómo se dio ese primer contacto con un balón?

“El futbol comenzó desde pequeñito, a los 8 años ya estaba jugando, en las calles con pelotas de básquet, pelotas de medias en Caracas y en el que llegó el momento, jugué con equipos como el Liberia, el Antimano. Jugué la primera copa que hizo Antonio Cabrujas… ahí no había todo esto que se ve ahorita, una organización de entrenamientos ni nada de eso, era jugar en el estacionamiento donde el que más jugaba salía. Teniendo 15 años jugaba con elementos de 18 años. Cuando voy al Antimano el entrenador era Fagúndez jugador del Deportivo Portugués.”

¿Tus inicios en el fútbol?

“Luego a los 16 años voy a la fuerza aérea, ahí me gradué soy técnico auxiliar en mantenimiento de aviones y motores y cuando llego allá, busco el futbol inmediatamente y para mi sorpresa el entrenador era el ‘Pulpo’ Colmenarez que en ese entonces era el arquero de la selección del año 1967, ahí regreso al Antimano FC y, hay un partido para recoger fondos para un compañero que se había fracturado una pierna y la gente del Portugués me vio y hablaron conmigo, y ahí decidí irme a jugar futbol profesional.“

¿Cómo fue el llamado al rentado venezolano?

“Comencé con el Deportivo Portugués donde me pagaban casi el mismo sueldo que ganaba en Maiquetía con la empresa Aeropostal como ayudante técnico en mantenimiento de las aeronaves, pero que me pagaran por jugar era lo máximo a esa edad. De ahí salí al Portuguesa FC de los 5 títulos, estuve en 3 de ellos, con buenos jugadores, estaba el Pocho Echenaussi, el paraguayo Luis Ivaldi, William Salas, Luis Mendoza, el argentino Rubén Bachini… Justo el año en el que llegó el mundialista Jairzihno, ese año regresé al Portugués.  En la temporada 78 – 79 jugué con el Deportivo Italia pero sufrí una fractura en la muñeca derecha que me dejó inactivo.”

Cómo fue tu partida a Barinas?

“El ingeniero Chube Mazzei, un joven presidente de mi edad, que había jugado fútbol en la ULA como estudiante me vino a buscar. Nunca pensé que me iba a radicar definitivamente allí y formar mi familia y desarrollarme profesionalmente luego de dejar el balón. Llegué a Zamora en 1980, hasta el 87 que me retiré ya con 37 años de edad.”

Durante casi 8 temporadas y más de 150 partidos el apellido de Andrés era fijo en la alineación del blanquinegro. Sus buzos amarillos o anaranjado mangas largas eran notorios al saltar al campo el equipo barinés.

¿Qué recuerdas de la indumentaria de entonces en el fútbol?

“Se porteaba a “mano Pelada”, eso de los guantes comencé a verlos como en 1972, cuando la leyenda del arco argentino Amadeo Carrizo sacó una línea de guantes que llegaron a vender en Caracas. Era una plancha de plástico con pepitas, como la de los guantes de obreros constructores. Y los zapatos ni se diga, fue una novedad usar tacos de suela, nada que ver con la tecnología y la variedad de hoy en dìa.”

¿Cómo fue la participación en la Selección Nacional?

“Con la vinotinto estuve en dos copa América, en 1975 y 1979 cuando no se jugaban en una serie fija como ahora. Estuve en los dos juegos frente a Argentina, la selección de César Luis Menotti que ganó el Mundial.”

Francisco Aparicio (D), Alexis Peña, Plinio Araque, Johnny
Castellanos, Pedro Castro, Pedro Acosta, Andrés Arizaleta, Juan José
«Cheché» Vidal, Emilio Campos, Ángel «El Venao» Castillo, César
Semidey y Francisco «Pollo Ronco» Sandoval….Vicente Vega, Rafael
Cadenas, Asdrúbal «Memín» Sánchez, Luis Mendoza, Ordán Aguirre, Rubén
«Palomo» Contreras, Pedro Febles, Rodolfo Carvajal, Rafael Santana y
Julio César «El Zurdo» Hernández.

Qué anécdota marcó tu vida dentro del terreno de juego?

“Recuerdo esa Copa del 75… un día llegamos al aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires con ropa de verano en pleno invierno. Teníamos que hacer un cambio de vuelo, llegamos a las 3 de la tarde, luego nos trasladamos al aeroparque que era el aeropuerto local para volar a Rosario, y ahí estuvimos esperando hasta la 1 de la mañana y el avión nunca llegó por mal tiempo. Hasta Menotti estaba ahí varado con nosotros también. Hasta que decidimos agarrar un tren que tardaba 5 horas para llegar a Rosario. Llegamos a las 6 de la mañana, para jugar a las 10 am, todos trasnochados y ahí es donde viene el partido que es algo triste, pero en lo personal hay algo de satisfacción porque ahí me hicieron 11 goles, la prensa Argentina me declaro que fui el mejor de los 22 a pesar de que me habían hecho 11.”

¿Cómo defines al portero de fútbol?

Volamos y no somos pájaros, nos arrastramos y no somos culebras, agilidad de un gato, vista de un águila, la fuerza de un gorila y de paso intervenimos en el juego con los pies, las manos y el resto del cuerpo y no nos penalizan… Eso somos.”

Luis Edgardo Aguilar

Venezuelafutbol Barinas