Una Foto y cuatro historias

Ricardo Cabrera

En días pasados revisando unas carpetas encasa encontré una foto original de  periódico de hace 25 años, cuando los reporteros gráficos las tomaban en blanco y negro, revelaban y ampliaban en la redacción para entregarlas a los periodistas que las colocaban en las notas.

Como toda foto de redacción que se precie, tenía por detrás la fecha en que fue tomada: 14 de agosto del 97, y el nombre del fotógrafo: Ferney Potes Marín, pero no aparecían los nombres de los niños.

A dos los reconocí por sus caras, que no han cambiado mucho: Engelberth “Chispa” Briceño y Jesús Eduardo “Maradonita” Acosta, pero a los otros dos, guardametas ellos, no los reconocí, así que apelé a unos compañeros de grupos de whatsapp que saben y conocen más que yo.

De inmediato llegaron las respuestas de estos cuatro integrantes de la selección infantil “C” de Mérida de agosto del 97, confirmando a los dos primeros, El “Chispa” Briceño, hijo del camarógrafo Alirio Briceño y quien siguió su sueño, representó a Mérida y a Venezuela, jugó en varios equipos del fútbol profesional de Venezuela y algunos de afuera, y hoy en día está haciendo vida como técnico en República Dominicana.

El segundo Jesús Eduardo “Maradonita” Acosta jugó y destacó en el futbol aficionado y algo en el profesional, pero su carrera en Estudiantes de Mérida fue corta, y hoy en día dirige en el fútbol aficionado.

Pregunté también el porqué de su apodo y quien se lo puso, y me respondió el amigo Balú, un merideño que está haciendo vida en Colombia, que fue en su equipo, el Deportivo Ejido, cuando tenía alrededor de12 años,  y me recomendó hablar con Ramón Alí López, que era delegado de su equipo en Ejido, y al preguntarle a Ramón Alí me dijo escuetamente que fueron sus compañeros en las categorías más pequeñas, que al ver su calidad lo llamaron “Maradonita” un apodo que no sabría decir si le fue útil o por el contrario fue una carga muy pesada para su trayectoria futbolística.

De los otros dos, los guardametas fue poco lo que pudieron decirme, uno es Mikael Jaimes, que según el amigo Balú se fue a Inglaterra donde jugó en equipos de tercera y cuarta división, y hoy en día no sabe si sigue en el fútbol o hace otra cosa, y si regresó o no al país. El segundo portero es, según Balú, Jairo Jiménez, un excelente jugador en esa época, pero que no siguió en el fútbol.

El técnico Pedro Arias intervino también para señalar que con estos muchachos “pasó lo que nos pasó a la gran mayoría de talentos merideños, nunca existió una institución que le diera formación y protección al talento. Hasta ahora sólo el Caracas FC mostró los deberes por muchos años”.

Balú cerró la conversa señalando que “yo tuve el placer de jugar con  excelentes jugadores allí,  con Juan Lobo, Andrés Marquina y Jesús Acosta,  se perdían de vista a corta edad, eran distintos, más atrás venían Cristian Flores y Tito Rojas”.