Ruberth Morán,  uno de los referentes del “boom Vinotinto”

Morán le anotó un gol a Argentina en Buenos Aires. foto cortesía

CARACAS – A principios del siglo XXI, la Vinotinto bajo la batuta del doctor Richard Páez pasó de ser el sparring de la zona Conmebol a una piedra en el zapato para todos, capaz de devolver el golpe a sus adversarios en cualquier momento. Una de las piezas claves de esa selección fue el delantero merideño Dickson Ruberth Morán Puleo.

“Inicié a jugar fútbol en la Urbanización Los Sauzales con mis amigos, muchos de ellos mayores que yo, en los pasillos y las canchas de la urbanización. A los 8 años, de la mano del profe Miguel «El Mono» Rivas comencé a jugar con el Guillermo Soto Rosa Fútbol Club hasta llegar al profesional”.

Desde muy pequeño Ruberth Morán fue muy disciplinado y profesional. El merideño durante la charla nos contó como era la prepración en su época como juvenil: “Era totalmente distinta a la que hoy día se realiza, había mucha pasión y menos profesionalismo, afortunadamente fui siempre disciplinado y en mi entorno tocó serlo y de no haberlo sido hubiese sido alguien intrascendente, gracias a esto empecé a marcar una diferencia en mi comportamiento y por ende en mi preparación, conocí la pretemporada en mi primera temporada de Profesional, aunque siempre entrené sin descanso y jugué todos los años sin parar, pero jamás fui a un gimnasio y luego viví  aquellas maratónicas, kilométricas y traumáticas  pretemporadas en las cuales resentí en la salud, creo si hubiese sido mejor preparado a nivel muscular no hubiese sido tan reincidente con las lesiones de mis rodillas, no me prepararon, ni me preparé a pesar de ser disciplinado para lo que fue mi carrera profesional, hubiese podido hacer mejor historia de la hecha sin tantas lesiones. De haber hecho una preparación como las de ahora hasta podría estar jugando (risas).

Durante la charla, Morán nos confesó quien es su “padre futbolístico”: “Mi Mentor fue siempre Miguel Ángel Rivas, mejor conocido commo «El Mono Rivas», también tuve la suerte de ser dirigido por Amenodoro Dugarte, fueron hombres que marcaron mi gusto por el buen fútbol (bien jugado y elaborado), una marca de fábrica del fútbol andino. Siempre con vocación ofensiva. Ellos, no solo fueron entrenadores, fueron hombres que nos llenaron de buenos valores humanos y nos inculcaron a mí a y otros tantos el ser competitivos”.

Ruberth Moran formó parte del llamadó boom Vinotinto. foto cortesía

En 1993, dio el salto al fútbol profesional con la camiseta de Estudiantes de Mérida.  “En esa temporada el cuadro académico estaba sumido en una profunda crisis institucional, pero esto no mermo mis ilusiones de chico, vestir la camiseta de mis amores, delante de mi gente y mi ciudad. Fue un debut inolvidable y comienzo de una carrera en una nueva posición por la cual hoy se me reconoce, me convertí de mediocampista en delantero, para poder gozar de una posibilidad cierta de oportunidad para jugar y competir”.

A lo largo de su carrera vistió las camisetas de Estudiantes de Mérida, Atlético Zulia, Deportivo Táchira, Deportivo Italia y Minerven (como refuerzo para la Libertadores), Unión Atlético Maracaibo. A nivel internacional jugó en España con el Córdoba, en Colombia con Atlético Bucaramanga y Cúcuta Deportivo, en Argentina con Argentinos Junior, en Noruega con el Odd Grenland.

En la temporada 1999, Ruberth Morán integró la plantilla de Estudiantes de Mérida, club que logró acceder a los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde enfrentó a Cerro Poreño, y solo un penal sobre la hora los privó de la prórroga. En ese torneo, el merideño se consagró como líder goleador, compartiendo el galardón con otros 5 jugadores como Víctor Bonilla del Deportivo Cali, Fernando Baiano del Corinthians, Gauchinho del Cerro Porteño, Rubén Sosa del Nacional de Uruguay y Martín Zapata del Deportivo Cali.

“En mi época como jugador el fútbol venezolano era informal, aunque siempre fue evolucionando lentamente, pero evolucionando, creo nosotros fuimos responsables porque nuestros objetivos personales llevaron a los clubes y al futbol Venezolano a un cambio del cual me siento orgullosamente responsable. Faltas de pago, sin sitios para entrenar, pretemporadas sin planificación, pocas expectativas y objetivos irreales, sin apoyo real de los clubes hacia los futbolistas, esto a nivel organizativo. A nivel Táctico, prácticamente analfabetas al respecto más talento individual que otra cosa. A nivel técnico siempre hemos gozado de grandísimos futbolistas y en los terrenos de juego que habían, vi jugadores maravillosos en sitios inadecuados. A nivel físico cada vez más conscientes de la búsqueda de la mejora y del verdadero profesionalismo. A nivel Psicológico era prácticamente un tema tabú que en su momento la palabra más y mejor aplicada era la de tener actitud, aunque hubo muchas otras variables psicológicas que nunca fueron tomadas en cuenta ni se desarrollaron en este apartado nunca deje de tenerla a la hora de asumir ser jugador de futbol profesional. Pero en esta etapa del fútbol venezolano siento que comenzaron a darse ciertos resquicios de cambios y de evolución, en todos estos aspectos, y comenzaron a darse una serie de resultados que indujeron a algunos locos como aquel Dr. Llamado Richard Páez”.

Debutó en la Selección de fútbol de Venezuela en un partido amistoso disputado contra Guatemala el 27 de marzo de 1996, en el estadio Ciudad Guatemala contra la selección Guatemala. En total, ha disputado 66 encuentros con 16 goles convertidos.

El merideño disputó 66 juegos con la selección.

Morán formó parte del denominado “Boom Vinotinto” con Richard Páez al mando. Esa selección en 8 meses logró obtener resultados impensables. Antes de la llegada de Páez, la Vinotinto tenía record de 3 triunfos, 7 empates y 53 derrotas. A partir de la llegada del míster merideño, su record en tan solo 8 juegos fue de 4 victorias (todas de manera consecutiva) y 4 derrotas.

En sus años de carrera fueron tantas las estrellas con las que compartió vestuario y terreno de juego. “Para mi prácticamente eran todos estrellas, alucinaba estar al lado de ellos, competirles, perder frente o ganarles a grandísimos jugadores que en algún momento hasta les pase balones en los juegos en mi época de recogepelotas: Stalin Rivas, Ildemaro Fernández, Chuy Vera, Ricardo Milillo, Félix Hernández, Rafael Dudamel, Guacharaca Baena, Leo González, Pocho Echenaussi, José Luis Dolgetta, Rodrigo Soto, Juan García, Rafael Castellin, Héctor Rivas, Edson Rodríguez, Franco Rizzi, Noel Sanvicente, Diony Guerra, Laureano Jaimes, Jose Manuel Rey, Gabriel Urdaneta, Manuel Sanhouse, Webens Princime ¨Itala¨, Motores Hernández, Jean Roland, siendo injusto al no nombrar entre muchos otros tantos ídolos de aquel entonces y del cual me siento afortunado de verles en cancha, padecerles a algunos  y derrotarles a otros, pero con todos aquellos HOMBRES de aquellos tiempos mi cariño y mis respeto”.

En el fútbol nadie sabe cuando va a presenciar un hecho histórico, y por eso, seguramente, más de uno ese 14 de agosto de 2001 se habrá arrepentido de no haber acompañado a la Vinotinto en su juego ante Uruguay en el Pachencho Romero. Ese día nuestra selección derrotaba 2-0 a la Celeste.

“Hay varios partidos y cada uno en su respectiva etapa, pero ese contra Uruguay, en eliminatorias, en Maracaibo y después de 8 meses sin poder jugar partido alguno desde la lesión hasta recuperarme de la lesión de la de rodilla derecha y volver en plan estelar, anotando gol contra todo pronóstico, ganar el partido, comenzar la ¨ERA VINOTINTO¨ y a consecuencia mi segundo aire de la carrera, me daban por retirado y disminuido por la lesión. Convencí a propios y extraños, y me convencí a mí mismo, fue una proeza para mí y una ratificación o respuesta a la confianza de Richard Páez a su apuesta por mí en momento tan complicado para su exitosa era como Seleccionador”.

Con la elástica de la selección Ruberth Morán anotó 16 goles. foto cortesía

Así como hay juegos buenos hay uno que Ruberth quisiera borrar de su historial: “Viví muchas y duras derrotas, gane otros partidos de los cuales no me fui satisfecho, sobre todo aprendí a trabajar en equipo a pesar de que muchas veces tenía que comulgar con la individualidad del delantero, tanto a nivel de clubes como de selección, pero el partido que me quisiera borra o invertir su historia, a pesar de que no lo jugué por venir de lesión y no estar a punto para jugarlo, pero si presente en la  convocatoria en aquella eliminatoria de para el Mundial de Alemania 2006 en San Cristóbal contra Chile, perdimos y se nos fue con ello la posibilidad cierta de clasificar al mundial, esta derrota hizo un efecto del cual aún sigue siendo tarea para el Futbol Venezolano, ser contundentes y regulares como local en eliminatorias, y en aquel momento hubiésemos logrado lo nunca visto y porque no, lograr ir al mundial por primera vez. Daría lo que fuera por cambiar aquel resultado y hoy día recordar otra historia más cónsona con aquella histórica selección”.

En su carrera Rubeth Moran fue entrenado por buenos entrenadores, entre los que destacan: Richard Páez, Carlos Horacio Moreno, Miguel Ángel Rivas, Chuy Vera, que él mismo define “Mis Grandes Maestros”.

Al colgar los botines comenzó siendo asistente, conjuntamente con Juan Carlos Babío, del Míster Jesús Chuy Vera del Zamora FC, en una sorprendente y trascendente Temporada 2010-11, de la Furia Barinés, en la que fueron finalistas de Copa Venezuela y Campeonato al Titularse el Torneo Clausura, y demostrando un fútbol bien jugado, de grandes exquisiteses. Después Ruberth Morán, se convertiría en Míster, al ocupar el cargo de Director Técnico del Deportivo Anzoátegui (2014-15) y seguidamente del Club de sus primeros amores el Estudiantes de Mérida (2016). “Mi meta es devolverle algo y seguir aportando al crecimiento del fútbol y del deporte en mi país. Espero lograr objetivos y metas como entrenador. También me he preparado como director y scouting deportivo”.

 

Fioravante De Simone