Que la clasificación al Mundial, no nuble nuestra realidad

por Jemmyl Lamprea
El axioma universal, se puede corregir mejor ganando antes que en la pérdida, aplica a esta selección Sub20 femenina. Sin desconocer el tránsito y estructura como se llega al Mundial. Hay errores macros de concepción y puesta en escena en los equipos de la señora Conti, naturales de un técnico en formación básica al frente de una selección nacional, palabras mayores. La llegada de la señora Conti se dio en octubre de 2019, y cerca a los 5 años en el cargo, la identidad de juego, de comportamiento acuñado, a qué juega, cuáles son sus pilares conceptuales de lo que cree en el fútbol, no se transmite ni se percibe. Haber jugado al fútbol de alto nivel ayuda, pero la experiencia empírica solo se avala en la práctica bajo presión, en la toma de decisiones, de la exigencia competitiva, lo cual, requiere de muchos aspectos de preparación, camino iniciado en nuestra noble Venezuela que le abrió las puertas sin el currículo ponderado y chatarreras que exige el cargo. Una victoria ante la selección más débil del hexagonal y un empate, bastaron para llegar al Mundial, la forma benevolente de clasificación nos dio esa posibilidad; pero se debe mejorar mucho, en la estructura integral del equipo, sobre todo en lo ofensivo: Proyección de laterales, apoyos constantes en pérdida, y fundamentos técnicos que a este nivel deben estar superados. La comunicación defensiva, en gestualidad y verbal, es otro punto por aprobar. La alegría de un nuevo mundial es buena, pero que ello, no nuble, nuestra realidad integral como selección. El punto excelso y que ayudó a esta selección a parchar las lagunas tácticas, fue la condición física, recurrente, constante y multiplicada. Hay tiempo para trabajar, que el hambre de gloria de estás futbolistas, se traduzca en la comprensión del modelo, de transiciones limpias, respeto por el manejo antes que el pelotazo sin idea, que nos superen por superioridad conceptual y técnica, y no por ausencia de la repuesta oportuna, hay talento y muchas ganas, la dirección técnica tiene la palabra para encausar y estructurar la selección.