Mientras Europa se fascinaba con Baggio nosotros con Gaby Miranda

CARACAS –  Mientras Europa y el resto del mundo se encantaba con la magia y arte para jugar al fútbol de «Il Divin Codino» Roberto Baggio, nosotros al unísono lo hacíamos con Gabriel “Gaby” Miranda, quién llegó a Venezuela procedente de su natal Montevideo siendo apenas un niño. Con apenas 17 años dio el salto al fútbol profesional con la camiseta del Caracas Fútbol Club, donde se convirtió en uno de los pilares fundamentales de los rojos del Ávila.

Gracias a las habilidades con el balón y su visión de juego fue uno de los fijos en las convocatorias de los directores técnicos de las diversas categorías de la selección venezolana. Su talento lo llevó a jugar al exterior en México, Ecuador y Argentina, antes del bun vinotinto.

“Comencé a jugar fútbol en el Colegio Santo Tomás de Aquino a la edad de 5-6 años cuando mis padres emigraron de Uruguay a Venezuela. El que me abrió las puertas de la institución fue Hamlet Tavarez que me permitió estudiar y jugar fútbol allí”.

Gaby Miranda, durante tu formación como deportista tuvo la dicha de tener como entrenador a Hamlet Tabárez (primo del actual director técnico de Uruguay) es un referente de la colectividad uruguaya en Venezuela, dónde llegó hace más de 40 años para jugar al fútbol. Otro personaje que participó en la formación de Gaby fue Pedro Febles (Q.D.E.P) que en ese entonces era entrenador y jugador activo. En su estadía en el Santo Tomás de Aquino también tuvo como mister a Benjamín Iglesias. Después de su paso por las diversas categorías llegaría el salto a la Primera División del fútbol nacional.

“Luis Mendoza me ayudó a dar ese paso hacia el fútbol profesional. Él me vio jugar en el colegio yo estudiaba en la misma institución que sus dos hijos. ¡Siempre le seré agradecido! Mendocita me llevó al Caracas Fútbol Club, a los 17 años, conjunto que dirigía junto a Manuel Plascencia. En aquel entonces también había una regla de juvenil y comencé a jugar con regularidad y abrirme paso en la Primera División”.

En el torneo local Gabriel Miranda defendió los colores de Caracas (en cuatro periodos: 1986-1989, 1990-1995, 1996-1997 y 1999-2000), Deportivo Italia (1989-1990) y Unión Atlético Táchira (1998 Apertura).

“En mi época el fútbol nacional era fuerte y había mucho más roce. Yo jugaba en una posición (mediocampista) y los defensas eran muy rudos al momento de quitarme el balón. Hoy afortunadamente las cosas han cambiado, para bien del deporte: hay mucho más toque, los árbitros protegen más al jugador”.

Gabriel Miranda fue uno de los símbolos del Caracas, Gaby anotó 78 goles defendiendo la camiseta roja (Rafael Castellín es el único jugador que consiguió superar esa marca con la institución de la Cota 905) y conquistó cuatro campeonatos absolutos.

“En mi permanencia en la Primera División tuve la suerte de compartir con jugadores de la talla de Saúl Maldonado, Nelson Carrero, Gerson Díaz, César Baena, Ceferino Bencomo, Zdenco Morovic, Roberto Cavallo, Noel Sanvicente entre otros. En ese entonces el Caracas era la base de la selección nacional”.

El clásico del fútbol venezolano es uno de los eventos deportivos más importantes y esperados por los amantes del balompié nacional. En ambos escenarios, Estadio Olímpico y Pueblo Nuevo, se brinda un espectáculo único, donde todo hincha desea ir. También para los jugadores es un evento especial que se vive al máximo desde los días previos. Gabriel Miranda tuvo la suerte de vivirlo con las dos camisetas.

“Los clásicos fueron siempre importantes yo participé y gané varios de ellos con el Caracas. En 1998-1999, viví ese partido en la otra acera, con la camiseta del Unión Atlético Táchira. Cuando jugamos en el Brigido Iriarte ganamos con 4-0 y en ese equipo estaban Carlitos Maldonado, la zorra Brito. El Táchira en ese momento vivía una situación complicada y estaba obligados a ganar”.

Si se habla de los grandes futbolistas venezolanos en la década de los 90’s, el nombre de Gabriel Miranda  es cita obligatoria entre los amantes de nuestro fútbol nacional. Jugó en el exterior con Atlante (México), Emelec (Ecuador) y Platense (Argentina).

“En tierra azteca durante mi estadía con los Potros de Hierro tuve la suerte de compartir con Hugo Sánchez que volvía a México luego de su paso por el Real Madrid. Con el Atlante estaba Jorge Campos que era el portero titular de la selección azteca y  también Manuel Negrete, recordado por todos por ese famoso gol de tijereta en el mundial del ’86. El conjunto mexicano tenía como director técnico a Ricardo La Volpe”.

En su andar en el Emelec compartió con muchos de los jugadores que integraban la selección ecuatoriana en aquel entonces. Gabriel Miranda mostró su talento también en la Primera División argentina con la camiseta del Platense que tenía en ese momento al Tata Martino como asistente.

A lo largo de su carrera Gabriel Miranda también se enfundó la camiseta más deseada por los venezolanos: la de la vinotinto. Gaby defendió los colores patrios en la Copa América Uruguay 1995 (3 partidos jugados y 1 gol anotado vs Paraguay), Preolímpico rumbo a los juegos de Atlanta 1996 (6 presencias y 1 gol anotado), Copa América Bolivia 1997 (3 juegos disputados) y las eliminatorias rumbo a Francia 1998 (6 partidos jugados y 1 gol).

“A lo largo de mi carrera tuve buenos entrenadores. De todos ellos tengo algo que rescatar algo positivo que me ayudaron a mi crecimiento como profesional”.

Durante la charla con Gabriel Miranda nos confesó que le costó mucho asumir que se estaba retirando como futbolista. “¡Fue un momento difícil para mi! Me costó muchísimo entender que ya no era un futbolista profesional. Sobretodo por la manera como sucedió. Los primeros 4-5 años fueron difíciles. Después juntos con unos amigos que me dejó el fútbol me dedique al comercio. Con Gerson Diaz arranque con un proyecto y después se unieron Bernardo Añor (padre) y el primo de Gerson”.

Desde la época de Gaby Miranda el fútbol venezolano ha mejorado, sobretodo a nivel de selección. El ex camiseta 10 de la vinotinto nos dio su punto de vista.

“Nuestro fútbol ha prograsado muchísimo y aun hay que seguir avanzando sobretodo con el tema de las canchas, la organización y los estadios. Afortunadamente hay gente importante con ganas de inyectarle al balompié. Eso si el torneo es una cosa y la selección es otra están en dos niveles distintos. La vinotinto en la actualidad tiene muchos jugadores que militan en el extranjero”.

 

De Fioravante De Simone