Manuel Plasencia: Maestro de jugadores y mentor del Caracas FC
*Rafael Lastra Veracierto
De voz ronca, adherida al buen Castellano, Manuel Plasencia Mendoza está convencido de que el fútbol es una pasión irrefrenable e insustituible.
“No te olvides de saludarme al Vito (el periodista Víctor José López, director del diario Meridiano)”, me insistía a principios de los años 90, cuando podía presumir de sus primeros logros deportivos, entre ellos ser el único entrenador del fútbol venezolano en dirigir en unos Juegos Olímpicos. Eso ocurrió en 1980 en Moscú, en la entonces Unión Soviética.
En aquel certamen, precedido de un torneo preolímpico en Cali (Colombia) en el cual Venezuela quedó por encima de Brasil, Plasencia no se amilanó ante la URSS. De hecho, Bernardo Añor desafió el arco de Rinat Dassaev, pero la goleada de 4-0 terminó consumándose en el Lenin Stadium.
“Un árbitro (el español Emilio Guruceta) nos robó descaradamente contra Cuba (derrota 2-1) y finalmente, ganamos a Zambia (2-1 con tanto de penal de Robert Elie)”, rememoró el adiestrador nacido en 1943 en Santa Cruz de Tenerife (España).
El oro del prestigio
En 1982, cimentó su prestigio en el banquillo de las selecciones nacionales, al conquistar la medalla de oro de los XIII Centroamericanos de La Habana (Cuba), tras vencer 1-0 a México con diana de Añor.
“Saber que en la tribuna estaba Fidel (Castro, el dictador cubano), le dio un sabor especial a nuestra victoria en semifinales contra Cuba (1-0 con gol de tiro libre de Douglas ‘Fósforo’ Cedeño)”, agregó.
Aunque el oro centroamericano se constituyó en el primer gran hito del balompié venezolano a nivel de selecciones, en los Bolivarianos de 1977 (La Paz, Bolivia) y de 1981 (Barquisimeto) obtuvo plata y bronce, respectivamente. En los Centroamericanos de 1978 en Medellín (Colombia), fue subcampeón.
En 1977, recibió la confianza de la Federación Venezolana de Fútbol para llevar las riendas del combinado juvenil que intervino sin éxito en el campeonato suramericano disputado en Valencia. Once años después, lo volvió a hacer en Buenos Aires.
En el evento realizado en la capital del estado Carabobo, Plasencia proyectó la carrera profesional de Juan José “Cheché” Vidal, Asdrúbal “Memín” Sánchez, Alexis Toro y Carlos Sánchez.
Desde el banquillo, sus dirigidos tuvieron un partido sin complejos frente a la selección argentina (igualdad sin goles), que no contó con su promesa Diego Armando Maradona, por estar suspendido.
Eran tiempos de oscurantismo, en los que no había preparadores físicos, psicólogos ni un apoyo logístico digno de una selección nacional de fútbol. Tiempos en los que la calidad humana y profesional de Plasencia marcó la pauta.
En 1979, obtiene la confianza del DT de la selección absoluta, José Julián “Pepito” Hernández, para integrar el cuerpo técnico de la Copa América para enfrentar a Chile y Colombia.
Tres años después, vuelve a trabajar con otra selección, esta vez de los Juegos Panamericanos de Caracas en 1983: una derrota 0-1 con Uruguay frustró las aspiraciones de avanzar.
El premio de ser el seleccionador nacional de mayores le llegó en febrero de 2014, luego de oficializarse la renuncia de César Farías. El 5 de marzo de ese año afrontó su único partido frente a Honduras en San Pedro Sula.
Como el Caracas de Galarraga
Enamorado de la ciudad capital, Manuel Plasencia inició su carrera como entrenador en las divisiones inferiores del Colegio La Salle y paralelamente, con las distintas selecciones del Distrito Federal.
En la década de los años 70, manejó a equipos del Torneo Ibérico, entre ellos el Central Madeirense, en el que tuvo a jugadores del nivel de Roberto Koenig y los guaireños Juan Requena, Gonzalo Mayora, César “Revolcao” Granados, Enrique Jardines y Willy Yrigoyen. “Yo siempre me he sentido un guaireño más, todos esos jugadores fueron muy buenos”, puntualizó.
Aunque sus méritos con las selecciones nacionales son indiscutibles, su consolidación como entrenador de fútbol en Venezuela, se la debe a la proyección del Caracas FC como gran protagonista del campeonato local y torneos internacionales.
“Quiero que mi Caracas sea grande, como el Caracas de Galarraga (Andrés, figura del béisbol profesional con los Leones de Caracas)”, declaró en una entrevista a Meridiano, justo cuando el propietario de Laboratorios Vargas, Guillermo Valentiner (+), adquirió en 1989 al equipo de fútbol, que era gerenciado por Radio Caracas Televisión.
Y cumplió la meta en solo dos temporadas. En la zafra 1991-1992, la muchachada de Plasencia, donde destacaba Gabriel Miranda, Gerson Díaz, César “Guacharaca” Baena, Ceferino Bencomo, el ghanés Ibrahim Salizú y el alemán Andreas Vogeler, alcanzó la primera de las 12 estrellas que exhibe en el circuito rentado. Venció por 1-0 al Sport Marítimo de Venezuela en el estadio Brígido Iriarte.
En las campañas 1995-1996 y 1996-1997, volvió a conducir a los rojos avileños a su tercer y cuarto título. Previamente, había saboreado las mieles del triunfo, cuando en el debut de Copa Libertadores de América superó 1-0 al Sporting Cristal en el estadio Nacional de Lima.
Esa noche del 16 de febrero de 1993, la hinchada “cervecera” cargó contra el chileno Juan Carlos Letelier por dejar al Universitario Deportes (también de Perú) para enrolarse con el Caracas. Pero, en el minuto 56, los enmudeció al concretar un balón cedido por Salizú.
“Aquello fue muy especial y Letelier me dijo que ellos (Cristal) no tenían a un entrenador como yo”, recordó Plasencia, hincha del Atlético de Madrid de sus ancestros.
Su carrera como entrenador en la máxima categoría había empezado en 1979 con el Deportivo Italia y tras sus actuaciones con las selecciones Vinotinto y distritales, mantuvo por 13 años el vínculo con el Caracas FC.
Fue tanto así que asistió a seis ediciones de la Copa Libertadores. Estuvo también en dos más con el Deportivo Táchira (2006 y 2007) y una serie de prelibertadores en el año 2001 con Trujillanos FC, en la que ganó 2-1 el partido de revancha en Valera ante América de México.
Adicionalmente, en el año 2007, dirigió al Carabobo en la primera ronda de la Copa Suramericana frente a El Nacional de Ecuador.
Otros equipos del fútbol rentado nacional a los que comandó fueron Monagas SC (2008), Mineros de Guayana (2010), Deportivo Petare (2011-2012), Estudiantes de Mérida (2013), Aragua FC (2014) y Atlético Venezuela (2016).
Con motivo de las diferentes eliminatorias suramericanas, copas América y mundiales de fútbol, Plasencia también despuntó como comentarista en transmisiones televisivas y radiales.
*Periodista y colaborador de la Fundación Venezuela Fútbol Historia