Luís «Hueso» Ramos: un futbolista de ideas claras
Ricardo Cabrera
Como lo fue en la cancha los casi 16 años que jugó en el fútbol profesional como volante de marca o también mixto, Luis «Hueso» Ramos es un ser humano muy claro y directo en sus conceptos y en sus ideas, con una memoria detallista, y de la que hace gala en este cuestionario de una docena de preguntas, en donde nos describe como fue y sigue siendo su vida dentro del fútbol.
Antes de iniciar la ronda de preguntas aclaramos lo de su apodo, porque siempre nos llamó la atención y nunca se lo habíamos preguntado.
«El apodo de «Hueso» me viene desde pequeño, tengo una hermana menor que cuando niños en vez de decirme Luisito me decía huesito, y además era muy flaco, y es de esos apodos que uno lleva toda la vida, y la gente te conoce más por tu apodo que por el nombre, y entonces me quedé así para toda la familia, para los amigos, para los profesores, los compañeros de equipos, para el fútbol y para todo, creo que yo soy Hueso alias «Luis», es más fácil así».
aclarado esto arrancamos con las preguntas, para que ustedes las disfruten.
- ¿Dónde te iniciaste a jugar el fútbol?
Me inicié a jugar el fútbol en un Colegio Jesuita, el Colegio Javier, mas o menos un equivalente de lo que es el Loyola en Caracas, es el Javier en Lara, de padres jesuitas, comencé a jugar fútbol desde primer grado, hasta el tercer año de bachillerato, y bueno, todos esos años jugando fútbol, el colegio tenía como cinco o seis canchas de fútbol, y los padres jesuitas siempre nos ponía a jugar, y ahí comencé a jugar al fútbol de manera mas consecuente y seguida, a los 11 años si comienzo también a jugar fútbol organizado con la Asociación de Fútbol de Lara fichando con el Deportivo Galicia, del Centro Gallego de Acá en Barquisimeto, equivalente a la Hermandad Gallega en Caracas. En esa época con 11 años era de la categoría infantil C, y se jugaba cada categoría bianual, no como ahora que es anual, y con el Galicia jugué prácticamente hasta la categoría juvenil, con una organización medianamente buena, con un señor que nos convocaba a entrenar martes y jueves en una cancha que no era cancha propiamente dicha, era un espacio muy grande con piso de granito, y allí entrenábamos dos veces por semana y después que terminábamos los entrenamientos había una merienda paga por un señor español que apoyó mucho al fútbol menor en Lara y era dueño de ese equipo, y todas las categorías que entrenábamos al final de cada entrenamiento teníamos nuestro refresco y nuestro sándwich, eran tiempos muy bonitos en verdad, y entre lo que jugaba en el colegio, y los campeonatos de la Asociación con el equipo Galicia, fui preparándome y me convocaban a las selecciones del estado desde la categoría infantil C, B, A y hasta juvenil.
- ¿Cómo era la formación en esa época?
Como te señalaba, era muy general, la formación era muy silvestre, quienes estaban al frente a los equipos en los que entrené, y en las selecciones, tenían conocimientos muy generales, no eran personas que estaban dedicadas cien por ciento a esto, como hoy en día, ni había medios adecuados para que ellos se prepararan, como los hay hoy en día, pero era una gente con muchos valores y mucha mística, con mucho amor por lo que estaban haciendo, y bueno, entre esa empatía, esas ganas de que los niños y jóvenes aprendiéramos un poco, pues si, había una labor buena, la considero una buena labor, y casi que por nada, casi ad honorem, claro que el fútbol no era tan dinámico como el de hoy en día, ni había tanta flexibilidad en los esquemas, nada por el estilo, y los campeonatos eran buenos, los campeonatos estatales eran muy buenos, y después con las selecciones de Lara podíamos ir a campeonatos nacionales, donde si nos encontrábamos con niveles superiores, más exigentes, habían eliminatorias y te encontrabas en un zonal a los 10 o 12 mejores estados en la edad, y disputabas unos torneos muy buenos de alto nivel, y la Asociación de fútbol hacía uno, los Conefide estudiantiles hacían otro torneo, el Instituto Nacional del Menor hacía otro, y entonces uno podía ir a tres o cuatro nacionales en el año, y eso te ayudaba en tu formación, y más o menos a dimensionar el nivel que había en los otros estados, de niños o jóvenes de tu generación, pero en líneas generales era así, muy genérico, muy romántico, y con un gran sentido de pertenencia.
- ¿Qué entrenadores tuviste en esa época?
En el Colegio no había entrenadores, los mismos alumnos organizábamos nuestros equipos, y lo que hacíamos era jugar nuestros campeonatos intersecciones o intergrados, había un coordinador de todos esos campeonatos de primaria, otro de secundaria, pero no teníamos un entrenador como tal, ni teníamos sesiones de entrenamiento, lo que hacíamos era jugar y jugar. En el Galicia sí teníamos un entrenador, y en las selecciones de Lara teníamos al técnico que nombraba la Asociación, a Jesús Osorio y a Eli Cortés los tuve bastante tiempo en el Galicia, Jaury Almao con las selecciones de Lara, Ronald Terán, también lo tuve con las selecciones de Lara, y cada quien te enseñaba según su capacidad, según los conocimientos que tuviese.
- ¿Cómo fue tu salto al fútbol profesional?
Siendo juvenil acá en Lara, había un nacional de fútbol de primera categoría, y formé parte de la selección de Lara en ese campeonato, me convocaron a pesar de ser juvenil, y si me acuerdo que los muchachos comentaban que de Mérida venían que si Ildemaro Fernández, que si el Chino Meza, y otros que ya jugaban profesional y yo no los conocía, andaba un poco perdido porque era más chamo, yo disputé ese nacional y quedamos campeones aquí en Barquisimeto, me acuerdo que enfrentamos a Bolívar y allí jugaba Chita Sanvicente que tampoco jugaba profesional, y lo conocí, pero lo cierto es que en las gradas estaba Iván el “Tiburón” García, que era el técnico de la selección juvenil de Venezuela que iba a jugar en el año 85 la Copa Juventudes de América o las eliminatorias para el Mundial Juvenil.
Total que él me ve y fuimos seleccionados, también estaba con nosotros Wilmer Jiménez, otro juvenil de Barquisimeto, y los dos fuimos preseleccionados para hacer unos módulos, o unas agrupaciones donde querían vernos. Total que me convocan, fuimos a un llamado como 40 muchachos en un estado cercano, jugamos un par de partidos y regresamos cada quien a su estado, así después en la semana buscabas el periódico y veías si seguías en la lista, ah si, no me han sacado, y esperas la próxima convocatoria cuatro o cinco fines de semana, hasta que bueno, logro ya pertenecer a la selección juvenil de Venezuela, nos fuimos en diciembre para una concentración en San Cristóbal, porque el 2 o el 3 de enero nos íbamos hasta Paraguay a disputar la Copa Juventud de América en 1.985, estando en los entrenamientos en San Cristóbal, por ahí leí en un periódico, Meridiano creo, que sí, que al Atlético San Cristóbal le habían gustado dos jóvenes de la selección, uno era yo y el otro Carlos Rojas, un chamo de La Guaira por cierto, y que jugaba muy bien,
y bueno, total que fuimos a la Copa, la disputamos, hicimos cuatro partidos, inauguramos contra Paraguay, porque sabes que en esa época de la Cenicienta a Venezuela siempre le tocaba la inauguración contra el dueño de casa, y en “Defensores del Chaco”, con 60 mil personas, estaba el país en dictadura si mal no recuerdo, con el General Alfredo Stroessner, perdimos 6-0 y eso para nosotros fue psicológicamente un choque impresionante, porque no dimensionas, claro, ya después si dimensionas, pero al principio no ves la realidad a la que te estás enfrentando, vas con mucha ilusión, pero cuando chocas con esa diferencia es duro, es duro, no se me olvida ese partido.
Y bueno, después perdimos 2-0 con Uruguay el tercer partido lo empatamos 1-1 con Perú, fue el único gol que hicimos, y al final perdimos con Ecuador, para volver a casa, porque no eran todos contra todos, sino que se jugó en dos grupos de 5 selecciones cada uno.
Para resumirte el asunto, allí en el Lobby del hotel llegó un señor y me preguntó ¿tu eres Ramos?, le respondí que si, y como que estaba mirando los partidos porque me dijo “bueno me gustaste, juegas bien, y si yo llego a ir a Venezuela a agarrar un equipo, te voy a llevar a mi equipo”.
Eso fue un ratico, le dimos la importancia debida y yo seguí jugando mi torneo, y esto te lo digo de manera general, pero al regresar al país y cuando uno empieza a ver nombres de los jugadores que estuvieron en este Sudamericano, uno comprende la dimensión del torneo y contra quien se enfrentó, porque en el momento no tenías esa información, en nuestra selección estaban Segovia, Dávila, Luis Carlos Mendoza y aquí vemos contra quienes nos enfrentamos, en Brasil estaba Taffarel, Romario que salió goleador, Silas, Muller, en Ecuador Aguinaga, en Colombia Higuita, y así por el estilo, gente de nuestra edad, pero que tenían otra formación, ya profesional, por lo que la diferencia es muy marcada.
Cuando llego a Venezuela, como al mes me llama un gerente de un equipo que iba a nacer en Valencia, el Nacional de Carabobo, y el técnico era Walter el Cata Roque, que fue el señor que habló conmigo en Paraguay, él me contactó acá por medio del gerente, Roberto Salinas, e hice un contrato para pertenecer al Nacional de Carabobo, así fue como llegué a jugar fútbol profesional.
- ¿Con cuáles equipos jugaste?
Comencé con Nacional de Carabobo, jugué con el Unión Deportivo Lara, con el Club Sport Marítimo de Venezuela, con el Deportivo Táchira, con Mineros de Guayana, con Atlético Zulia, con el Carabobo, y con el Internacional de Lara, esos fueron los clubes en los que milité en mis 16 años de carrera.
- ¿Cómo era la primera división en ese momento?
Era un fútbol de un alto nivel técnico, era un fútbol un poco fuerte, porque las tarjetas amarillas se mostraban con golpes que hoy en día son para tarjetas rojas, se dejaba pegar mucho más, al jugador no lo cuidaban tanto como en el fútbol de hoy en día, que me parece que es muy bueno, que lo cuiden al jugador, pero insisto en que tenía un alto nivel técnico, de verdad a mi me parece que en esa época de los ochenta el fútbol era muy bueno, el nivel de los equipos era alto, los equipos estaban bien estructurados, se jugaba buen fútbol, eran torneos bien disputados. El fútbol no presentaba ese desarrollo físico que presenta hoy en día, cuando con buen estado físico, atlético, y una interpretación media de los conceptos del fútbol, puedes hacer carrera, no era tan fuerte, pero técnicamente había que ser muy preciso en lo que querías hacer en la cancha, claro, muy aguerrido, y dependiendo del fútbol con el que te identificaras, de la franquicia con la que estuvieras jugando, cambiaba un poco, pero eso sí, conservaba el alto nivel técnico.
Las canchas no eran muy buenas, eso si te digo, y eso bajaba un poco la estética en el juego de la época, y las infraestructuras de los equipos tampoco eran lo ideal, los cuerpos técnicos eran de muy pocas personas, cuatro o cinco personas a lo sumo, y se viajaba cómodo, se concentraba cómodo, pero si habían cosas que faltaban, lógicamente, la infraestructura, que para mí hoy en día es muy bueno, no se iba casi al gimnasio, no se hacía casi doble turno, después eso se fue mejorando, fuimos evolucionando.
Cuando yo comencé se jugaban torneos corridos todos contra todos, no había apertura ni clausura, todos contra todos y el primero y segundo eran campeón y subcampeón, tampoco se jugaban muchos miércoles, y habían unas franquicias que cuando yo comencé no estaban, como el Marítimo, estaba el Caracas-Yamaha, estaban Táchira, ULA, Estudiantes de Mérida, Deportivo Italia, esas eran las franquicias fuertes en la época, y era un fútbol de mucha exigencia.
El otro día oí a Valdano decir que él a veces, no es que no entendía, pero esa interpretación de que vas a dar un pase, le lanzas un pelotazo a un compañero y se te va un poco para la grada, y él te levanta la mano diciéndote como que está buena la intención, que te reconoce el intento, pero él, Valdano decía que “en mi época yo no le entregaba a los pies el balón a alguien y me decía mirá nene, a mí a los pies, si no, no vas a poder jugar conmigo o no vas a poder jugar fútbol”, era más o menos así, y bueno, lo que sí es que empecé en Nacional, y era un equipo que me mostró a un fútbol profesional organizado, se cobraba bien, se viajaba muy bien, se entrenaba en La Hacienda Country Club, que era un club de la alta sociedad de Valencia, y entonces bueno, empecé de repente en un club que me hizo ver que el fútbol profesional era eso, y después ví que no era eso todo como tal, esa fue como la primera visión que tuve, pero si tuve muchos compañeros de los que aprendí, o por lo menos entendí rápido que si quería, porque veía otras realidades con otros compañeros que tuve en la selección de Venezuela y que estaban en otros equipos que no la pasaban muy bien o los cuentos no eran los mismos que los míos, entonces lo que sí leí rápido es que bueno, aquí como que hay que estar en un grupo selecto de jugadores para que te rodeen de estas condiciones, porque estas condiciones no las tienen todos los equipos, de eso sí me di cuenta rápido gracias a Dios, y empecé también a trabajar mucho en función de eso.
Empecé a jugar y estaba la Liga de Fútbol Profesional, que creo estaba presidida por Luís Mouciños, y si jugué partidos buenos en ese fútbol romántico, después cuando entraron otras franquicias tuve la oportunidad de jugar varios clásicos, como el Táchira-Marítimo, el Mineros-Minerven, excelente y un clásico que recuerdo mucho, el Nacional Táchira-Táchira, el Caracas-Táchira, tuve la oportunidad de jugar esos clásicos buenos y bonitos de la época.
- ¿Contra qué estrellas de la época jugaste y con quién compartiste en el mismo equipo?
Bueno si, en 15 años de Carrera, desde el 85 hasta el 99-2000, si pasé por varias generaciones y tuve compañeros muy muy buenos de verdad, en todos los equipos y las franquicias en las que estuve, y de los cuales aprendí mucho, de verdad, y me tocó después, cuando ya era un jugador de experiencia, ayudar a otros que estaban comenzando. Enfrenté a jugadores aquí como Carrasco el uruguayo, Marcos Cardozo el brasileño, Ederley Pereira, Darío “la Máquina” Palacios, y a muchos de estos los tuve como rivales y también luego como compañeros, porque fueron 15 años, tu los enfrentas y después los puedes tener de compañeros, o viceversa, pero si estuve al lado y en una misma cancha con muy buenos jugadores, como el “Bachaco” Leite, Carlos Maldonado, Stalin Rivas, y también compartí con muchos de ellos, son tantos que te puedo nombrar un montón y seguro que me faltarán nombres, pero si son bastantes, como en mi primer equipo, el Nacional de Carabobo, que tenía a mas de media selección de Venezuela de mayores, estaban Nelson Carrero, Nicola Simonelli, Bobby Elie, César “Guacharaca” Baena, Douglas “Fósforo” Cedeño, Herbert Márquez, el “Cachorro” Betancourt, y con todos ellos compartí en ese equipo en mi primer año en el profesional, en el cual aprendímucho, y eso se lo agradezco mucho a ellos, porque yo era juvenil, y de verdad que ese comienzo para mí fue determinante para lo que sería el resto de mi carrera, de verdad. Compartí con muchos más, Stalin, Héctor Rivas, Cari Cari Noriega, Saúl Maldonado, el Pochito Echenausi, Rubert Morán José Manuel Rey, Gaby Miranda, Gerson Díaz, Rafael Dudamel, Gaby Urdaneta, José Luís Dolgetta,, Daniel Nikolac, Noel “Chita” San Vicente, Franco Rizzi, Pedro Febles, Pedro Acosta, y un sinfín de compañeros que seguro se me van a pasar, pero con los cuales compartí en todos esos equipos durante mi carrera.
¿Cuál pudo ser el jugador con el cual compartí en más equipos, pues Herbert Márquez, con el que jugué en cuatro equipos, y de los extranjeros, creo que sería el brasileño Ederley Pereira, con el que estuve en tres franquicias, pero seguro se me pasan muchos y pido disculpas, pero fueron excelentes esos años y esos compañeros, yo creo mucho en el jugador venezolano, el jugador criollo, demasiado, sé que ahorita, hoy en día esta generación que se suma al fútbol viene con deuda por un tema de grupo familiar, un tema de entorno social, un tema de alimentación, que pues es parte de lo que ha presentado el país en estas últimas décadas, pero si al jugador venezolano que de por si es talentoso, le das infraestructura, le das buena preparación, sobretodo psicológica, y lo sabes orientar y guiar, pienso que el jugador venezolano es un jugador que te va a dar resultados, de verdad que sí.
- ¿Qué juego recuerdas con mayor entusiasmo?
Bueno, recuerdo varias cosas, pero pienso hay dos que te los voy a nombrar y para mí son los dos extremos, porque hay un antagonismo entre ambos, entre los momentos, el primero es un partido aquí en Barquisimeto con el Lara, que estaba en una profunda crisis económica y en la última fecha nos estábamos jugando quedarnos en primera división o bajar a segunda, era importante porque bueno, la ciudad no podía perder la franquicia de primera, y porque ya habían negociado con una gente de aquí, del estado, la franquicia, pero lógicamente era si estaba en primera, y en esa última fecha teníamos que ganarle a Estudiantes de Mérida, de verdad. Íbamos cero a cero faltando como diez minutos para terminar el partido, y yo hice una jugada individual, que no es mi fuerte, vamos a estar claros, donde me llevé como a tres jugadores de manera individual, me iba salir el portero y le di un pase a “la Bala” Brito, quien hizo el gol y ganamos uno a cero con el que ganamos el partido y nos quedamos en primera, ese juego lo recuerdo por las caras de mis compañeros. El Lara era un equipo con muchos muchachos pero con un gran sentido de pertenencia, y ellos daban la vida por ese equipo, por esa franquicia, casi que por nada, por los problemas que presentó cuando lo tuvo esa gerencia, de verdad, y ese juego lo recuerdo con mucho cariño, de verdad.
El otro fue una disputa cuando estaba con el Atlético Zulia, que esa temporada quedamos empatados en el primer lugar con Minerven y para decidir el título fuimos a una disputa por el campeonato en partidos de ida y vuelta, el 22 de diciembre en Puerto Ordaz, y el 29 de diciembre en Maracaibo, perdimos en Puerto Ordaz 1-0, vinimos a casa y ganamos 1-0, y debimos decidir el título en tiros desde el punto penal, me tocó a mí el grato momento de patear el quinto penal para cerrar la serie y obtener el campeonato para el Atlético Zulia, ese fue un momento que lo viví muy bien por el entorno, por lo que significaba para el equipo, para la ciudad de Maracaibo, tengo entendido que ese fue el primer torneo de fútbol profesional ganado por un equipo de la ciudad, y lo recuerdo con bastante cariño, de verdad.
- ¿Qué juego eliminarías de tu carrera?
Para serte sincero, ninguno, creo que todos me enseñaron algo, y de todos aprendí algo, hasta esas malas tardes donde no te sale nada, o donde te sale algo o mucho, pero terminaste perdiendo un partido importante, porque pienso que todos llevan una profunda carga de aprendizaje, de verdad, lo hayas perdido, ganado o empatado, y eso siempre es importante, sobretodo cuando es tu carrera, es a lo que te dedicaste, y esa carrera lleva un sellito de algo que te apasiona y lo llevas por dentro, en la sangre.
Yo a veces hablo con compañeros, y una vez hice un escrito en un grupo que tenemos de Unión Deportivo Lara, y les decía que de repente se puede haber ganado plata o se pudo no haber ganado plata, o dinero, por lo que jugaste o por lo que no jugaste, pero de lo que si estoy seguro es que a lo mejor nos dedicábamos a otra cosa en donde pudimos ganar mejor dinero u obtener otro status social por esa otra cosa a la que te dedicaste, pero los momentos que vives tanto fuera como dentro de la cancha en los partidos, o en toda tu carrera de jugador profesional, esos momentos difícilmente los consigues o los vives haciendo otra cosa, difícilmente, yo pienso que es así, y entonces a eso voy, que en cada partido se aprende algo, independientemente del resultado, pues ganar perder o empatar solo es consecuencia de lo que hiciste o dejaste de hacer en noventa y pico minutos de partido, pero si pienso que después tienes un cúmulo de aprendizaje, y eso te va haciendo más jugador, mejor persona y muchas otras cosas.
- ¿Tu experiencia con la franela de la Vinotinto?
Como ya te comenté en una anterior pregunta, la Copa Juventud de América en 1.985 fue una gran experiencia, de verdad, lógicamente vestir la franela de tu país, oír el Himno Nacional y representar a tu país es algo que siempre nos llena de orgullo, y a pesar de los resultados te deja bastante. El premundial para Francia también lo jugué, y me pareció otra estupenda experiencia, jugamos bien en la medida de nuestras posibilidades, contra las selecciones que jugamos, y el gran grupo que conformamos era muy bueno, y ya yo tenía allí 31 años, pero estaban Gaby, Rey y varios más, practicábamos buen fútbol y pienso que estuvo bien esa experiencia.
Para la Copa América del 97 tuve problemas en un tobillo, era parte de la selección en un año en que me fue muy bien, fuimos campeones con el Zulia y fui designado jugador del año, de verdad que fue una Copa América que se disputó bien, por lo demás estuve en varias preselecciones con varios entrenadores, pero después al final no fui llamado a la selección, pero la experiencia fue muy buena, la experiencia de representar a tu país siempre es muy buena.
- ¿Quiénes fueron tus entrenadores durante tu carrera profesional, y qué rescatarías de cada uno de ellos?
Fueron muchos, en 15 años de carrera y con franquicias que siempre quieren disputar títulos, cuando las cosas no van bien hay mucho movimiento, y en la temporada puedes tener dos o hasta tres técnicos distintos, pero si, fueron muchos: Cata Roque, Rafa Santana, Raúl Cavallieri, Carlos Moreno, el Pisci Restrepo, Norberto Peluffo, Eduardo Borrero, Iván García, el Pocho Echenausi, Carlos Maldonado, Manolo Contreras, Héctor Abritta, Ramón el “Gato” Hernández, bueno bastantes, fueron bastantes, pero de todos aprendimos siempre algo, unos más disciplinados que otros, otros con más detalles tácticos que otros, otros con más trabajo de pelota detenida que otros, otros más motivadores que otros, otros diferentes conductas en el entrenamiento y luego en el banquillo, pero de todos vas a aprender, yo pienso que ahí también el jugador tiene que ser un poco inteligente para saber absolver las cosas, lo que no te parezca okey, pero lo que te parezca ir absorbiéndolo, para ir haciendo tu carpeta, tu disco duro de conocimientos de cómo o qué te ha enseñado cada quien, en cuanto a lo físico, a lo táctico, a lo técnico y también en cuanto a La comprensión del juego, y para mí en mi carrera los más determinantes fueron el “Cata” Roque y Carlos Moreno, fueron dos técnicos, ya desaparecidos, que para mí, de verdad, fueron dos técnicos muy importantes, que contaron conmigo, que me tuvieron mucha confianza, y bueno, después hubo una amistad, y de verdad fueron personas, que en paz descansen, que recuerdo mucho y con ellos compartí muchos camerinos, muchos juegos y muchos entrenamientos. De los otros de verdad que si aprendí, porque de todos se aprende.
- Después de colgar los botines ¿a qué te dedicaste?
Ya yo había sacado una carrera mientras jugaba fútbol profesional, una carrera técnica en administración mención mercadeo, y apenas me retiré del fútbol profesional, me puse a estudiar una licenciatura en Ciencias del Deporte y me gradué, por lo que tengo dos carreras universitarias, el año que viene me jubilo de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, la UCLA, sumando 25 años de servicios, y ahí logré cosas bunas, de verdad, hicimos un equipo y competimos en tercera, y en un año fuimos campeones y ascendimos, compitiendo como seis años en segunda división, algo que me pareció genial y fue una buena experiencia para la institución, para los chamos, y para mí también, salimos campeones aquí, representamos a Venezuela en un Mundial Universitario en Guadalajara, México, algo que también fue muy bueno, también dirigí casi un año en primera división, con un equipo de aquí de Lara, tuve un torneo apertura y parte del clausura, pero no me gustaron muchas cosas que voy a obviarlas en esta nota, no voy a entrar en detalles.
En estos momentos estoy con una Academia de Fútbol del Country Club de acá de Barquisimeto, estoy cumpliendo diez años con ellos, y soy parte de la directiva de la Academia de Fútbol del Club Luso Larense, y en eso ando, siempre con cosas vinculadas al fútbol.
- ¿Cómo ves el fútbol actualmente en Venezuela?
El fútbol como tal en su manera amplia es preocupante, hay problemas económicos, pero también hay profundos problemas de valores, de ética y de un espectáculo como tal, y eso si me preocupa un poco, pero al jugador venezolano lo veo bien, tratando de crecer, tratando de ser cada día mejor, un muchacho con talento ahorita de repente entrena con una visión de irse, y eso es bueno, porque en nuestro tiempo eso era bastante difícil, y que hoy el pasaporte nuestro pese un poquito más, que estén un poquito más pendientes de lo que hace un jugador venezolano, que todos los muchachos que están regados por las diferentes franquicias por el mundo lo estén haciendo bien, y las cosas les salen bien, bueno, yo de un tiempo para acá he visto cosas que cuando yo jugaba era inaudito ver, como lo de Soteldo en Brasil, con el equipo en que está, la posición en que está el número que está, a nosotros hace treinta años nos decían eso y era mentira, no lo creíamos, y te nombro a Soteldo por decir algo, pero todos esos muchachos que están haciendo cosas buenas por ahí, eso llama la atención y a mí me alegra muchísimo, siempre deseo que les vaya bien.
Pero en el fútbol venezolano quisiera que nos organizáramos mejor, que de verdad mejorara esto, hay tantos temas, que la Federación fuera o se preocupara mucho más por una realidad que se vive en el país hoy en día, y a la que no escapa el fútbol. He visto que toda esta crisis económica que ha venido atravesando el país genera mucha necesidad, y en esa situación también me he enterado de sujetos que no tienen nada que ver con el fútbol, que no les gusta eso o que no les apasiona como a nosotros, y que no quieren que crezca, y han encontrado ahí un caldo de cultivo para hacer cosas en cuanto a valores, y arreglar cosas, y disputas de partidos, cosas que se oyen, que no me competen y tampoco voy a entrar en detalles, pero que no me gustan.
Pero ojo, hay que darle su responsabilidad a cada quien, y cada quien tiene que asumir su responsabilidad, la Federación en cuanto a lo organizativo, en cuanto a dar herramientas y tal, pero el jugador también en cuanto a mejorar y a de verdad trabajar para ser parte de un espectáculo, ojo ¿no?, esto si lo digo con lo que he conocido.
Creo que a nivel internacional, del fútbol venezolano están facturando creo que 8 equipos, si no me equivoco, los que entran a Libertadores y los que entran a Copa Sudamericana, creo que esos son los que facturan, y con esta situación que se vive en el país, a mi particularmente y para por lo menos sanear económicamente el espectáculo, me gustaría que en primera división fueran solo diez franquicias, diez equipos, de los que 8 van a estar facturando al final de temporada por lo menos algo de dinero en moneda extranjera, y de esos 10 que habría en primera división, ya 8 están facturando, y lo demás para los otros dos, eso se buscaría por empresa privada, y eso sería una base de como arrancar con una economía saneada. Porque los dos primeros, que son los que lograrían mejores recursos por actuación internacional, les dieran algo a los que ocupan los 2 últimos lugares, y así todos estarían facturando.
Eso sería parte de lo que haría más sostenible, basado en realidades, a este fútbol profesional, trabajando a mediano plazo, pero con cosas tangibles, con unas metas que se puedan lograr, que haya una factibilidad e lo que estemos haciendo o nos propongamos hacer, pero ¿ah y solo es a mediano plazo?, si, pero por lo menos hay una factibilidad y una base sólida, eso por parte de la Federación.
Pero no solamente está ahí la cosa, hay que verlo también por la parte del jugador, yo a veces me pregunto, con respecto al futbolista, ¿en qué momento vas a ir y a entrenar para ser parte de un espectáculo que me motive o me obligue a mí como espectador a ir un domingo a un estadio a verte jugar?
Si porque el tema también es ese, y yo a veces digo que hay una gran diferencia entre el trabajo y el oficio, si lo ves como un trabajo, entonces estamos jodidos, si quieres esperar que llegue el 15 o el último para cobrar, y decir que tú eres futbolista profesional, así no avanzamos, pero si lo ves como un oficio, te dan todas las herramientas que necesitas y te dedicas a practicarlo como es, si día a día te preparas para que en verdad pensando en el domingo el juego cada vez se acerque más a un gran nivel técnico aparte de un espectáculo que la gente quiera ir a ver, que lleve a la familia al estadio, entonces sí, pero cada quien que asuma su responsabilidad, fácil no es, pero creo que ese es el camino, pero en algún momento tenemos que empezar a hacerle bases sólidas al fútbol venezolano, y a mediano plazo, porque la inmediatez de los venezolanos en todo, ni en el fútbol ni en el deporte en general se da, es imposible.