Los hermanos Maldonado modelos ejemplares de ciudadanos integrales competitivos
CARACAS – El fútbol es uno de los deportes más difíciles de sobrellevar, y también una disciplina que requiere de mucho esfuerzo y, por sobre todo, tiempo de dedicación. Además, para poder jugar al fútbol a nivel profesional no es requisito tener un título universitario. Una persona que se dedica a jugar al balompié, seguro que empezó sus prácticas desde muy joven; es por eso que en nuestro país, como también en muchas partes del mundo, hay futbolistas que ni siquiera han podido terminar sus estudios secundarios, según ellos, por falta de tiempo.
En nuestro país tenemos futbolistas como Nelson Carrero, Memín Sanchez, Reinaldo Lovizzuto, Juan Carlos Babío, Gianni Savarese, Iker Zubizarreta, Richard Páez y Juan José “Cheché” Vidal che no solo jugaron en Primera División, sino que también colgaron en sus cuellos una medalla universitaria. Hay unos jóvenes que los tomaron como modelos a seguir y también ellos lograron su título universitario, estamos hablando de los «morochos» Andrés y Javier Maldonado (23 años).
Los hijos de la Lic. Dora Manzini de Maldonado, Farmaceuta y su esposo el Director Técnico Saúl Maldonado, lograron gracias a la motivación de sus Padres obtener la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Contactamos vía telefónica a estos jóvenes orgullosos de presentarlos como modelos de ciudadanos integrales competitivos para que nos hablaran de su experiencia para lograr tal propósito.
“Este logro principalmente se lo debemos a la formación que nos dieron nuestros Padres. Nosotros, íbamos a clases en el Colegio San Agustín del Paraíso. En esa institución, estudiábamos en la mañana y en las tardes, junto con los entrenamientos y juegos de fútbol. Por eso cuando surgió la idea de ir a la universidad no nos fue difícil adaptarnos ya que estábamos acostumbrados a ese ritmo de vida” – nos confiesa Javier Maldonado, agregando – “Claro el deporte profesional y la universidad son más exigente pero nos adaptamos a esa situación y logramos nuestro objetivo”.
Saúl Maldonado nunca escondió su satisfacción por los logros académicos obtenidos por sus hijos, primero en su etapa de bachillerato, en la cual se graduaron con un promedio de 16 puntos en el caso de Javier y 15 para Andrés, y posteriormente con la licenciatura de Educación Superior, siempre aunando los estudios con el fútbol.
Los dos hermanos Maldonado, al concluir sus estudios de Bachillerato decidieron emprender y seguir el mismo camino a nivel Universitario, con una carrera universitaria afín a su carrera futbolística como lo es la Comunicación Social y así lograron presentar el birrete y guindar en sus cuellos la medalla en el tiempo académico previsto en 5 años.
“La idea de estudiar comunicación social era para en un futuro dedicarnos al periodismo deportivo que era lo que más nos apasionaba. De esta manera siempre podríamos estar vinculados al mundo del fútbol” nos confiesa Javier que actualmente milita en las filas del Zamora.
Andrés y Javier iniciaron su formación periodística a finales del año 2012 y la terminaron a mediados del año pasado graduándose en mención audiovisual.
“Fue un poco difícil congeniar los horarios de los entrenamientos y de los estudios. Muchas veces salíamos corriendo después de las prácticas a la universidad. Afortunadamente conseguimos unos buenos compañeros que nos ayudaban con los apuntes y a la hora de hacer los trabajos. Siempre agradecemos a nuestra amiga Arianna De Sousa con la que hacíamos nuestros estudios académicos” nos dice Javier.
Los hermanos Maldonado salen del Colegio San Agustín en junio de 2011, de allí pasan al Yaracuyanos FC, que era Dirigido por su Padre Saúl. Con los colosos de Sorte tendrían una pasantía de seis meses, para ser inducidos y a la vez conocer las exigencias del profesionalismo.
“La experiencia con Yaracuyanos fue bonita. Debutar en Primera División, voltear hacia el banquillo y ver que está tu Padre dándote indicaciones. Después la integración con el grupo fue fácil ya que mi Papá tenía un año dirigiendo al club y conocíamos a los jugadores de la plantilla” nos confiesa Javier.
Ese año los dos hermanos Maldonado debutan en Primera División, Javier como lateral y Andrés como central. Después de su experiencia de un semestre con Yaracuyanos regresan a la capital con la intención de estudiar en la universidad. Javier es fichado por el Deportivo Petare que en ese entonces era dirigido por el Prof. Manuel Plasencia y su hermano Andrés pasa a integrar las filas del Atlético Venezuela que estaba bajo las órdenes del Prof. José Hernández.
En la Primera División venezolana, Javier se enfundó también la elástica del Metropolitanos bajo las órdenes de los Directores Técnicos Rafael Santana y posteriormente Hugo Savarese. Con el cuadro violeta, comienza a jugar al igual que su Padre, considerado uno de los grandes defensas de nuestro fútbol y su hermano de central y logra el ascenso desde la Segunda a la Primera División. Luego de su experiencia con Metropolitanos pasa al Estudiantes de Caracas que era dirigido por Charles López. Con el conjunto merengue juega la final de la Copa Venezuela ante el Zulia, lo que le permitiera al equipo capitalino jugar la Copa Suramericana. En enero de 2017, seria fichado por el Zamora donde jugaría la Suramericana contra el Colon.
“La experiencia con Zamora ha sido una de las más importantes de mi carrera. Con ellos jugué la final de la Copa Venezuela ante Mineros y estamos luchando por los puestos de arriba en el torneo local. Y en la Copa Suramericana jugar ese partido en casa del Colón fue muy emocionante. Estas vivencias me ayudan a madurar mi actitud a nivel deportivo gracias a las exigencias que tienes con el equipo y la afición. Barinas es una plaza que vive el fútbol”.
En la temporada pasada Javier Maldonado, se convirtió en uno de los pilares del conjunto llanero participando como protagonista en 21 de los 29 juegos (con un gol anotado) disputados por su club. En la presente campaña ha sido utilizado en 11 juegos.
También su hermano, Andrés, nos expone los motivos de la escogencia de la carrera en la Universidad. “La selección fue fácil, era la que nos gustaba más. Nos llamaba la atención porque era una óptima forma de estar vinculados al mundo del fútbol ya sea como reportero o comentarista en los juegos”.
Igual que su hermano Javier, al salir del colegio San Agustín se va a Yaracuyanos. “El acuerdo era que nos manteníamos con ellos un semestre o el año completo. Después queríamos estudiar y nuestra idea era hacerlo en Caracas”.
Después de la experiencia con los colosos de Sorte se muda a la capital para jugar con el Atlético Venezuela. En esta nueva etapa los caminos de los hermanos se separan por decisión mutua y aunado a esto los dos estaban jugando prácticamente en la misma posición en la regla de juvenil.
Durante la entrevista telefónica Javier nos habla de cómo lograron combinar durante la etapa del colegio-universidad el tiempo, entre las prácticas y las horas de estudio. “Agradecemos a nuestros Padres por el apoyo que nos dieron y por inculcarnos la idea que había que estudiar. Ellos siempre nos dijeron que aunque tuviéramos la dicha de jugar fútbol, siempre había que tener un plan B y prepararse para afrontar la vida. La carrera de un futbolista dura hasta los 35-40 años después tienes todo un futuro por delante y tienes que saber como afrontarlo”.
La vida de los futbolistas se vuelve más agitada de lo normal con esta doble actividad llamada fútbol-universidad, pues un deportista de Primera División practica por lo menos dos veces al día, tiempo que equivale también al trabajo normal en cualquier otro campo, pero las diferencias se encuentran en las pretemporadas, las concentraciones, los viajes, el cansancio y las famosas lesiones que en algunos casos son muy graves y hasta pueden dejar fuera de las canchas a los deportistas, y al no poder seguir jugando, se ven en la necesidad de contar con un título para trabajar en otra área.
“Si, en nuestro país es un poco más complicado estar con esa doble exigencia, ya que no existe esa cultura de entrenar en la mañana y estudiar en la tarde. Afortunadamente tuvimos la comprensión de profesores y compañeros a la hora de hacer los exámenes y entregar los trabajos …»
En el ámbito deportivo, Andrés, llega al Atlético Venezuela cuando era dirigido por el Mr. José Hernández. El equipo nacional en ese momento estaba en Segunda División y esa temporada asciende a la categoría máxima. Como dato curioso tenemos que los dos hermanos Andrés y Javier suben en la misma temporada a la Primera División uno con el Atlético Venezuela y el otro con el Metropolitanos.
“Si, ese año quedamos campeones de la Segunda División con Atlético instaurando un record de juegos invictos en esa categoría. Mientras que mi hermano Javier lo logra con Metropolitanos”.
A finales del 2017, el juvenil Andrés Maldonado, buscó un cambio de aires luego del vencimiento de su contrato con el equipo capitalino en el mes de diciembre. A partir de su debut en primera división con el Atlético Venezuela en el Torneo Apertura de 2012, Maldonado demostró ser un buen central con los nacionales.
El zaguero nacido en Caracas, disputó 58 partidos con 4 goles anotados mostrando un gran nivel dentro del terreno de juego.
Después de su salida con el conjunto nacional, el central venezolano Andrés Maldonado en lo que va del presente primer semestre 2018 ha estado trabajando durante toda la pretemporada con el Boston River de Uruguay y finalmente firmó por un año con el equipo verdirrojo.
“Tenía como objetivo salir y sabía que al tener el pasaporte uruguayo podía ser más factible venir para acá. Cuando mi representante me planteó esta posibilidad, no lo pensé dos veces. El contrato es por un año”.
Y su nueva aventura deportiva se desarrollará en un lugar muy especial para los Maldonado. “Tener la posibilidad de jugar en el país de donde proviene mi familia es algo muy bonito y emotivo. Mi Padre (Saúl) y mi tío (Carlos) nacieron y se criaron aquí. Giancarlo (su primo) también dio sus primeros pasos como profesional en Uruguay”, nos comunica Andrés.
“Es una liga idónea para seguir con mi carrera. Como se sabe en todo el mundo, la cultura futbolística que hay aquí es muy importante, por algo Uruguay tiene jugadores en la élite y su selección es de las más grandes del continente. Es un fútbol duro y exigente. Estoy seguro que creceré mucho como jugador y sumaré varios aspectos necesarios a mi juego”, agregó el zaguero, que obviamente apunta a “tener la mayor cantidad de minutos posibles e irme haciendo un nombre acá”.
Hay futbolistas que se “aseguran la vida” llevando a cabo la actividad fútbol-universidad, pues al recibirse, y luego de colgar los botines, logran ubicarse en otro campo similar para poder seguir trabajando y marcar su mejor gol fuera de los terrenos de juego, como por ejemplo, los hermanos Maldonado, Andrés y Javier. ¡Felicitaciones y Bendiciones para estos dos ejemplares deportistas!
Dialogando con Fioravante De Simone y Roby Cavallo D.R.
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