José Ramón “Cherry” Gamboa y los dos oros en CAC “No sé si las dos medallas Están en la Federación”

Seriado Centroamericanos y del Caribe 1982

Medalla de Oro.

 

Por sus vívidos recuerdos, por su memoria prodigiosa y su manera de relatar, resulta muy grato e instructivo escuchar hablar al gran “Cherry” Gamboa, uno de los protagonistas de la hazaña dorada de La Habana, y que también estuvo presente en la otra final, la de Maracaibo, pero esta vez para dar una palabra de aliento.

Dejemos que sea el propio José Ramón Gamboa (con este nombre nadie en el fútbol lo conoce) quien en primera persona narre las vivencias de Cuba y lo que significó:

“Yo llego a la selección para los Centroamericanos después de transitar en casi todas las selecciones de categorías menores del profesor Antonio Cabruja en la Liga Nacional de Fútbol Menor, no voy a los Juegos Olímpicos de Moscú’80 porque no estaba en la edad, y creo también que no estaba en condiciones para pelear por un puesto en esa selección, y voy  los Bolivarianos de Barquisimeto donde obtuvimos Bronce, particularmente a mí no me fue muy bien, al año siguiente se presenta la oportunidad de los Juegos Centroamericanos y me reivindico, porque sé que es un deporte colectivo, pero individualmente a mí me fue muy bien, nunca me caractericé por yo ser el goleador, muchos de los goles que se hicieron, no solamente ahí, sino cuando jugaba en otros equipos, yo los asistía”.

Tome y hágalo

“Básicamente si yo me tengo que definir como jugador, yo era un asistidor, era el jugador que daba el pase para que el compañero marcara el gol y se llevara la gloria, yo era el jugador que hacía mejores a los demás jugadores, era como el piloto en el Basket, que hacía todo y pasaba el balón para que otro alto encestara”.

“En los Centroamericanos jugamos rápidamente tres partidos en la fase eliminatoria. Con Nicaragua empatamos a uno, ahí si anoté yo el gol, no empiezo de titular, pero cuando el partido se puso difícil Manuel me llamó, faltando como veinte minutos, me dio indicaciones y bueno yo tomé la pelota, afortunadamente andaba muy bien, driblé a tres nicaragüenses y la mandé al fondo, celebramos, llevamos la pelota al centro y tratamos de ganar el partido, pero se acabó el tiempo.

Pasamos al juego contra Antillas Neerlandesas, que fue uno de los mejores partidos que yo le he visto a una selección de Venezuela, porque aquello fue un recital de buen fútbol, le habíamos hecho cinco goles y todavía faltaban veinte minutos para terminar el juego, pero cayó un tremendo palo de agua, de esos que hacen que la pelota no ruede ni dos metros y evidentemente ya no se podía hacer más nada sino tirar la pelota hacia adelante, por cierto que ahí Rodolfo Carvajal anotó un buen gol, Ángel el “Venao” Castillo hizo otro, el “Cachorro” Carlos Betancourt marcó sin querer otro golazo de como cuarenta metros, y terminamos 5-1.

Más agresiones que fútbol

“Llegamos al partido contra México, que fue muy accidentado porque hubo mucho roce y al final gresca, disputa, golpes, a nosotros no nos acompañaba nadie, el primer deporte de México es el fútbol, y evidentemente los demás atletas estaban en las tribunas apoyando a su selección, la tribuna estaba muy cerca del campo, se podían bajar, y cuando se armó la tángana descomunal eran cien contra veinte, más o menos esa era la relación, recibimos muchos golpes evidentemente, no teníamos como defendernos y más bien buscábamos la manera de tratar de evitar la paliza, cuando más o menos se paró la cosa nos obligaron a continuar, hubo una segunda pelea donde bueno, ahí sí es verdad que nos dieron hasta con el tobo, quedamos muy golpeados y prácticamente casi ni queríamos continuar el partido, algunos teníamos dudas de si teníamos algún hueso fracturado, pero afortunadamente no pasó a mayores, hematomas, golpes, dolor, aunque Bobby Ellie si tuvo una lesión en la nariz, pero mostró siempre su gallardía, porque a pesar de la fractura siguió jugando, el partido de semifinal contra Cuba y la final ante México”.

Paliza motivadora

“Ahora viendo las cosas a la distancia, pareciera un contrasentido, pero creo que esa tángana, aquella desigualdad cuando nos golpearon a mansalva, el vernos tan golpeados y desprotegidos, en lugar de amilanarnos nos dio mayores fuerzas para seguir adelante, como lo hizo ejemplarmente Bobby Ellie, porque luchamos contra la adversidad, nos recuperamos, nos curamos nuestras heridas y seguimos adelante”.

“Los números nos dieron para ir a la semifinal nada más y nada menos que ante el dueño de casa, los cubanos, que nos habían ganado en los Juegos Olímpicos de Moscú’80 2-1, y nos tomamos una pequeña revancha, sacándolos de la final en su propia casa, con un golazo de Douglas Cedeño, un tiro libre en el que clavó la pelota en el 7, como decimos nosotros, donde se junta el horizontal con el vertical, y pasamos a la final contra México”.

La final fue otra cosa

“Entramos en el Venezuela-México parte dos, evidentemente ya en otras condiciones, el presidente del IND que en ese momento era Oswaldo “Papelón” Borges, entendió que en esos juegos el fútbol estaba como un poco desasistido, y les indicó prácticamente a todos los atletas venezolanos que no tenían competencia para ese día, que tenían que asistir al estadio para acompañar al fútbol”.

“Hay que recordar que casi todos nuestros deportes de conjunto en esos juegos no tuvieron buena actuación y fueron eliminados en las primeras de cambio, como el béisbol, el softbol, el voleibol, y sus integrantes, más algunos atletas de deportes individuales que ya habían terminado su actuación, nos apoyaron, fueron a las tribunas, habían cánticos de nuestro lado y no solo del suyo, por lo que nos sentíamos ya en igualdad de condiciones, además que en el Estadio “Pedro Marrero” había ya más seguridad para evitar que la gente se bajara de las tribunas”.

“Eso nos animó mucho porque nos sentíamos en igualdad de condiciones, y ahora dependía solo de nosotros, que teníamos que imponer nuestras condiciones en el campo de juego, y de hecho lo hicimos, porque la pelota estuvo más en territorio mexicano, porque la tuvimos nosotros más tiempo que ellos, la posesión fue nuestra, las oportunidades más claras las tuvimos nosotros, estábamos bien organizados, no fue que marcamos un gol y pusimos el autobús, y nos metimos atrás, no, marcamos uno y creamos dos o tres oportunidades más, pero lamentablemente no concretamos”.

Nikolac nos salvó

“Sin embargo en un descuido ellos tuvieron creo la única oportunidad que les dejamos tener, porque hay que decir que era un muy buen equipo, esa misma selección llevó a siete de sus jugadores que nos enfrentaron dos veces, al Mundial del 86 en México, y bueno, en esafinal aprovecharon una jugada y crearon una oportunidad muy clara de empatarnos, pero nuestro Daniel Nikolac hizo un paradón que yo todavía, casi cuarenta años después, me estoy preguntando cómo fue que hizo, nos salvó. Fue un partido que lo ganamos en muy buena lid, hay que resaltar que evidentemente nos felicitamos, también la gente del IND, atletas de otros deportes que fueron a apoyarnos”.

Catorce oros matan a uno

“Recuerdo que en esos Centroamericanos participaron nuestras estrellas de la natación, Rafael Vidal y Alberto Mestre, que estaban sobrados en esas competencias, porque como estudiantes en los Estados Unidos y preparándose allá, venían con unas marcas impresionantes, yo siempre cuento como algo muy jocoso, que se tiraron siete veces cada uno a las piscinas y se trajeron cada uno siete medallas de oro”.

“Cuando nosotros llegamos a Maiquetía con la delegación, también llegaron Vidal y Mestre con el cuello lleno de medallas de oro cada uno, yo creo que de nosotros se olvidó la prensa y todos, solo tenían ojos para esos dos nadadores, por eso es que alguna gente nos recrimina y dice “pero bueno es que no tenemos muchas fotos de la llegada de la selección de los Juegos Centroamericanos portando las medallas” y yo les respondo, pues claro, creo que la culpa la tienen Vidal y Mestre, porque cuando bajaron del avión toda la prensa y los fotógrafos se fueron detrás de ellos”.

No es cualquier equipito

“Quiero refrendar que los únicos dos títulos que ha tenido Venezuela en fútbol a ese nivel ha sido en los Juegos Centroamericanos, y los dos han sido ganándole a México en la final, y muchos se preguntan si, pero es que México, ¿quién es México?, como poniendo en duda el logro, pero pareciera que no conocen de fútbol”.

“Hay que recordar que México es asiduo participante en los Mundiales, y México ha organizado dos Mundiales, algo que se dice muy fácil, pero hay que ver lo que implica, porque son muy escasos los países que pueden darse ese lujo, recuerden el Mundial del 70 y el del 86, también México es campeón olímpico en fútbol, ojo con eso, México tiene una infraestructura que fue capaz de hacer en el 68 los Juegos Olímpicos y en el 70 el Mundial de Fútbol, y eso no lo hace cualquier país, evidentemente México no es campeón del Mundo, pero es un asiduo participante en las Copas del Mundo, y generalmente ellos dicen que llegan al quinto partido, y allí es donde los eliminan, y hay que tomar en cuenta todo eso a la hora de ver a quien se le ganó en las finales del fútbol de los Centroamericanos del 82 y el 98, a una selección que tiene pergaminos, que tiene con qué, la gente podrá decir no es Brasil, no es Argentina, pero es México, no es cualquier cosa y no hay que menospreciar estos triunfos”.

Mi apoyo emocional

“La última anécdota, que me parece muy bonita y motivadora, por lo que quiero que la gente se entere, es que yo aproveché y en el año 98, 16 años después de la medalla de oro que ganamos en Cuba, para unir dos generaciones y me fui con mi medalla a Maracaibo, me atendió allá muy bien el profesor Lino Alonso, me dio todas las comodidades, inclusive pernocté en la Villa de esos juegos en Maracaibo, y me pidieron que los acompañara, incluso yo los alenté en un momento en que el profesor Manuel Llorens, que era el psicólogo de esa selección me dijo “Cherry, yo creo que es bueno que les dirijas unas palabras a los muchachos”, y estamos hablando del Zurdo Rojas, del pequeño Rondón, de Cari Cari Noriega, de extraordinarios muchachos, además de que jugaban muy bien, conformaban un combinado muy comprometido, y derrotaron en la final a México por 3-1 e inclusive ellos empezaron perdiendo, esa final fue en el “Pachencho Romero”, yo recuerdo que incluso comenté para una radio de Maracaibo, comenzaron abajo en el marcador, pero después le hicieron tres goles a México, y por lo que vi en esa final, si el partido duraba varios minutos más, le hacen uno o dos goles más, porque les pasaron por encima”.

“Fue un trabajo extraordinario, y eso lo remarco, el que hizo Lino Alonso con esa selección, con esa generación, ellos estuvieron en un sub-20 a punto de clasificar para un Mundial, y entonces cuando se presenta la oportunidad de los Juegos Centroamericanos en Maracaibo y que el fútbol se programó en categoría sub-20, aprovechamos para poner en acción a esa selección”.

“Bueno, yo me llevé mi medalla, los arengué, se la tuve que colocar a Lino Alonso en el pecho como motivación, y diciéndoles, bueno, imagínense que aquí con ustedes están los Cheché Vidal, los Añor, los Zubizarreta, los Bobby Ellie, los Carlos Betancourt, los Daniel Nikolac, los Nelson Carrero, los Fósforo Cedeño, bueno, todos los integrantes de esa selección, todos entregándoles sus medallas, pero simbólicamente yo se la estoy entregando a Lino para que ustedes la sientan y vayan a buscarla en la final”.

“Bueno, esos muchachos se emocionaron, aplaudieron, me felicitaron, me invitaron a acompañarlos en la final, pero yo, que entiendo muy bien estas situaciones y que creo que esos son momentos solo de ellos, cuerpo técnico y jugadores, les respondí que no, que yo los acompaño de otra manera, yo lo que quiero es hermanar a estas dos generaciones de guerreros que tenemos, me retiré bajo los aplausos, los hice llorar a algunos, y los dejé en su concentración y preparación, y gracias a Dios todo se dio como esperábamos”.

¿Acaso estarán en la FVF?

“Lino se quedó con mi medalla, se la dejé y me dijo que junto a la que ganó en esa final, las dos iban a quedar en la sede de la Federación Venezolana de Fútbol, como testigos de las únicas dos victorias que ha logrado el fútbol venezolano en Juegos Centroamericanos y del Caribe”.

“No sé si esas dos medallas están allí, donde Lino Alonso quería que estuvieran, he estado por ir y verificar, no porque no crea en la palabra de Lino Alonso, sino porque creo que en la Federación hemos desperdiciado una oportunidad con algunos presidentes que hemos tenido, que no han entendido lo que es la masificación del fútbol, que nunca tuvieron un plan coherente, y desperdiciamos a personas que nos habrían podido dar mucho más, que han podido ocupar sus cargos, como Cheché Vidal o Richard Páez, que creo que nos hubieran mostrado el camino de un crecimiento que hoy estuviéramos hablando de otras cosas”.

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