Hay que proteger la estatua del gran Juan José Scarpeccio
Porque se la están robando por partes
La terrible situación que atraviesa el país hace que algunos saquen a flote sus más bajas pasiones, y busquen la manera de lucrarse a costa de lo que sea, por lo que hasta las placas y esculturas de bronce de la ciudad son robadas o mutiladas por estas alimañas, que ni siquiera respetan la figura de un hombre que lo dio todo por Mérida y el equipo Estudiantes, como es el argentino-venezolano Juan José Scarpeccio.
Desde hace algunos días los merideños que siguen el fútbol y conocen la trayectoria de nuestros jugadores, han mostrado su indignación por lo que está ocurriendo en el Complejo Deportivo “Cinco Águilas Blancas” de Zumba, donde no hay seguridad de ningún tipo, y los ladrones que nunca faltan, se están llevando por partes la estatua en bronce del legendario futbolista Juan José Scarpeccio.
Recordamos como si fuera ayer, cuando hace 10 años y un mes, exactamente el 5 de octubre del 2008, las autoridades municipales merideñas encabezadas por el alcalde de ese momento, Carlos León Mora, develaron en sentido acto la estatua de Scarpeccio, en la redoma ubicada al final de la avenida que lleva al Estadio Metropolitano de Zumba.
En el acto, además de integrantes de las barras de Estudiantes de Mérida, una Banda musical, los directivos del equipo rojiblanco encabezados por su presidente en ese momento, Héctor Albarrán, los familiares más cercanos de Scarpeccio, hijos, viuda y madre, participó el gran Guillermo Soto Rosa, quien en emotivo discurso recordó cuando trajo a Juan José Scarpeccio a Mérida para jugar con Estudiantes.
Luego de palabras de Carlos León, Albarrán, su hijo Christian Scarpeccio, fue develada la estatua que estaba cubierta de las banderas de Venezuela y Argentina, para mostrar a un jugador de cuerpo completo vistiendo el uniforme de Estudiantes de Mérida, avanzando y con la pelota a sus pies.
En el pedestal del monumento una gran placa daba cuenta del sentido homenaje al mejor jugador importado que ha defendido los colores rojiblancos, y que luego de varios años acá decidió hacerse venezolano y vistió con orgullo la franela vinotinto.
Una nota de nuestro amigo Pedro Quintero daba cuenta de la situación, y para constatar lo ocurrido y tomar las correspondientes gráficas y videos, me movilicé a los predios del Estadio Metropolitano en Zumba y pude notar que la gran placa de reconocimiento y el balón de fútbol, habían sido robados por los delincuentes, que se habían llevado ya hace tiempo el pequeño retazo de grama artificial en donde estaba asentada la estatua y el balón.
Tenemos que protegerla
Son muchas las estatuas, placas y monumentos que en la ciudad de Mérida han sufrido por la despiadada acción del hampa, por lo que las autoridades municipales han optado por bajarlas de sus pedestales y resguardarlas hasta que mejore o se termine la situación de inseguridad que vivimos.
Varias de estas estatuas han terminado mutiladas, como ya se considera que ya está la de Juan José Scarpeccio con el robo del balón y la gran placa que forman parte importante del monumento.
Por esa situación que se vive con esta estupenda escultura, y por el estado de abandono en el que se encuentra el complejo Deportivo de Zumba, con ausencia total de efectivos policiales que custodien las instalaciones, se teme que vuelvan a atentar contra este monumento, y algún día se lo lleven por completo debido a la soledad nocturna del sector.
Por esa razón seguidores del fútbol piden a los responsables de custodiar a Scarpeccio, que lo pongan a buen resguardo, ya sea llevándose la escultura para guardarla en alguna institución o instalación, o también se podría trasladarla y colocarla con todas las de la ley dentro de las instalaciones del Estadio Metropolitano, en donde estaría totalmente segura.
Merecido homenaje
Juan José Scarpeccio nació en la población de Las Parejas, en la provincia argentina de Santa Fe, el 14 de mayo de 1.952, y llegó a Mérida para jugar con Estudiantes el 5 de julio de 1.973, vistiendo estos colores hasta 1.985.
Fue tanto lo que le dio al equipo de sus amores, que Scarpeccio es considerado hoy en día como el mejor jugador que ha vestido los colores rojiblancos, y con el club estuvo no solo como jugador, sino que también fue directivo, seguidor incondicional, asesor y hasta entrenador, no solo del equipo de primera división, sino también de las categorías menores.
Por cosas de la vida, y cuando aún tenía mucho que dar, Scarpeccio falleció en un accidente de tránsito en carretera del estado Portuguesa el 27 de julio del 2.006.
Cualquiera puede hacer una encuesta entre toda la gente que sabe y sigue al fútbol en Mérida, y estoy seguro que no encontrará a una sola persona que le diga algo negativo de Juan José Scarpeccio, por su carácter, su don de gente la amistad que brindaba y como se preocupaba por los demás, de ahí que este ser humano sea considerado un ídolo para el fútbol merideño.
Por esa razón el merecido homenaje que se le rindió con esta estatua, pero hay que evitar que su monumento siga siendo objeto del vandalismo de gente que no respetas absolutamente nada, y a la que no le importa llevarse la estatua y fundirla. Todo el peso de la ley debería caer sobre estos criminales. (Ricardo Cabrera, CNP 3.560)