Fútbol y Gerencia como forma de vida

por: Iker Zubizarreta

La experiencia del fútbol para un individuo es inmensurable en todos los ámbitos
de su vida. Ese ha sido mi caso desde el momento que empecé a la práctica de tan
hermoso deporte,  a edades donde lo que realmente importaba era el entretenimiento, la
sana recreación, el poder compartir con amigos y pasar un rato agradable en una tarde cualquiera.

En esas épocas  era difícil determinar qué huella importante este deporte
dejaría impregnado en uno que al final marcaría un destino en la forma de ser, en la forma de obrar y en la forma de aportar a la sociedad.

Fueron muchas tardes de juegos con una simple pelota hecha de cualquier material las que forjaron las cualidades de muchos jóvenes y entendieron que este hermoso deporte no era simplemente un juego sino una forma de vida.

Mis comienzos como futbolista a principio de los setenta empezaron en el Deportivo Vasco en la Liga de los Criollitos de Venezuela, manteniendo la tradición de jugar únicamente con jugadores del Centro Vasco de Venezuela.

Dicha tradición trataba de rescatar las mismas costumbres de su club insignia, el Athletic Club de Bilbao, en su tradición de jugar únicamente con jugadores nacidos o formados futbolísticamente en el País Vasco, y las denominadas provincias vascas, la cual ha mantenido casi desde sus inicios.

Esto en aquella época nos daba un sentido de pertenencia único, que cuidábamos con  mucho celo y buscábamos conquistar resultados con los recursos que solamente conocíamos que eran los jugadores hijos de vascos nacidos en Venezuela.

Los mayores logros conquistados en esa época infantil fueron campeones en pre-infantil A y pre-infantil B de la liga de criollitos de Venezuela.

Con el correr del tiempo, y después de haberme formado como jugador en las filas del LOYOLA F.C. y haber tenido la oportunidad de participar en la selección Venezolana de
Fútbol desde 1979 hasta 1984, en torneos como: Pre-Olímpicos, Olimpiadas de Moscú,
Juveniles Suramericanos, Centroamericanos y juegos Panamericanos, la vida me dio otra
oportunidad para poder optar por el equipo donde en el seno de mi hogar se conocían
todas las peculiaridades, ya que mi abuelo había sido parte del mismo “Athletic Club de
Bilbao” durante la década 1914 al 21.

En el año 1980, después de retornar de las Olimpíadas de Moscú, una sorpresiva llamada irrumpió con la tranquilidad del hogar de Jon & Joseba  cuando el presidente del club del Athletic de Bilbao para esa época el señor Duñabeitia, comunicaba su interés en aquel joven de 18 años que había marcado par de goles en las Olimpíadas, de origen vasco, de padres vascos exiliados nacidos en Bilbao, nieto de un ex- jugador del club que el presidía.

Fueron momentos de convulsión, emoción y mucha angustia, ya que el cuerpo técnico del club al igual que algunos directivos estaban decididos de que Iker pudiese aportar una ayuda para el plantel en aquel momento, sin embargo teníamos que forjar una de las reglas y tradiciones emblemáticas del club: “jugadores nacidos o formados futbolísticamente en el País Vasco, y las denominadas provincias vascas”.

En agosto de ese mismo año el club convocó a un referéndum para el SI o el NO de Iker a ser parte del Athletic, y así dejar un precedente sobre esa  tradición.

La votación de los 25 mil socios de aquella época fue negativa, y eso cambio mi rumbo a mis aspiraciones profesionales en el deporte y me llevó a conquistar otros horizontes en las tierras del norte de las Américas.

En procura de la formación académica a través de la práctica del mejor deporte del mundo

Después de haber sufrido la negativa del referéndum por parte de los socios del Athletic, a quienes nunca perdonaré por su tozudez vasca, pero que al mismo tiempo admiro y respeto por sus arraigos a las tradiciones del género vasco, decidí emprender camino a los Estados Unidos, donde sabía que a través del deporte tendría la opción de formarme profesionalmente, y hacer lo que más me gustaba: jugar al fútbol.

Y así fue, después de 5 años de estudios en la Universidad de Indiana, logros importantes en la principal liga americana universitaria, la NCAA (2campeonatos nacionales y1sub- campeonato) mas la obtención de un grado académico en la escuela de negocios, me di cuenta que la experiencia profesional empresarial vivida, está íntimamente relacionada con los conceptos básicos del futbol. Y de una manera simple y sencilla trataré de esquematizar estos conceptos básicos:

De una manera simple podemos ver que la planificación esquemática de una empresa al igual que la de un equipo de fútbol son extremadamente parecidas, y pueden aplicar ambos los mismos planes de ejecución.

Tanto el equipo de fútbol como las empresas comienzan estableciendo un objetivo, bien sea antes de la temporada como el de comienzo de año para una empresa.

Se hacen las planificaciones pertinentes para evaluar las posibilidades al logro de los objetivos y resultados. Se definen las estrategias que para ver por donde se puede capitalizar los objetivos establecidos.

Se colocan a los diferentes grupos de personas en función de las actitudes y aptitudes que el grupo muestre, a fin de lograr el mejor resultado sobre los planes establecidos.

Siempre por razones naturales de la vida hay líderes que saben encauzar a los grupos para el logro de los objetivos, y es responsabilidad del grupo saber nombrar a un líder que los sepa guiar en los momentos que las necesidades así lo requiera.

De allí se generan los compromisos con la camiseta o con la empresa para ejecutar todo lo antes mencionado, dejando todo en la cancha o en la calle, a fin de forjar y obtener los objetivos y es en este momento cuando no hay marcha atrás, y se debe creer en todo el trabajo realizado, se debe dejar la camiseta en la cancha, y ligar con un poco de suerte que es parte del juego de la vida que todo aquello que se estableció se puede llevar a un buen resultado.

Al final de la jornada se harán las evaluaciones respectivas para mejorar lo que haya que mejorar, y mantener aquellas buenas prácticas, y de esta manera siempre buscar la excelencia que nos lleve al éxito y a una felicidad más plena.

Finalmente en mi experiencia personal puedo decir que el fútbol no es simplemente un deporte de entretenimiento de masas, sino es una forma de vida que nos deja una gran enseñanza, y si sabemos aplicar sus aprendizajes que la cancha nos deja, podremos ser mejores individuos dentro de la sociedad donde vivimos.