Freddy Brandt deslumbró con sus atajadas en el Loyola y la selección nacional

*Rafael Lastra Veracierto

La buena reputación de los arqueros venezolanos se proyectó desde los años 40 y 50 del siglo pasado. De hecho, el primer jugador venezolano que fichó con un equipo extranjero fue Reinaldo Story, guardameta de la Universidad Central de Venezuela (UCV) que se enroló con el Almagro de Argentina.

En esa pléyade de Story, Augusto “El Viejo” Viso (Dos Caminos), Miguel “Pez Volador” Sanabria (UCV y Unión) y José “Pepino” Delfino (La Salle), también hubo elogios para Freddy Brandt.

Nacido en Caracas el 13 de septiembre de 1928, lo apodaron “El Tigre”, por sus reflejos felinos a la hora de defender el pórtico del Loyola, club con el que debutó en 1948 y obtuvo el título de esa temporada, así como otros tres subcampeonatos del torneo de Primera División (1951, 1952 y 1954). Recordemos que hasta 1957 no hubo balompié profesional en Venezuela.

En 1958, cuando uno de los ídolos Loyaltarras, Carlos “El Cojo” Rodríguez, impulsó la creación del equipo Estudiantes, Brandt llegó a la máxima categoría del rentado, junto a Gastón Monterola, José Ángel Vidal Douglas, Antonio “El Cojito” Rodríguez, Rodolfo y Luis Noya.

Ese conjunto culminó en el tercer lugar, bajo la dirección técnica de Ricardo “Triki” Azpiritxaga, otro cuidapalos del Loyola que le entregó el testigo en la posición a Brandt.

Luego de su muerte en el año 2010, Víctor José López, exdirector del diario Meridiano y miembro del Círculo de Periodistas Deportivos de Venezuela (CPD), destacó la calidad de Freddy Brandt en su blog Infatigables, y también elogió su pasión por el automovilismo y las artes plásticas.

López recordó que tras la medalla de plata con la selección nacional en los Juegos Bolivarianos de 1951 en Caracas, el guardameta del Loyola se hizo merecedor de un reconocimiento especial del CPD como “el mejor futbolista de Venezuela”.

Brandt disputó cuatro partidos con el seleccionado patrio en el aludido certamen, en el que se perdiera la medalla de oro ante Colombia, en un cotejo celebrado en el novedoso estadio Olímpico de la UCV.

En otros tres partidos más estuvo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Caracas en 1959, cuando se alcanzó la medalla de bronce.

Al lado de la Saeta Rubia

Seis años antes, en el torneo Copa “Coronel Marcos Pérez Jiménez”, no defraudó a sus parciales rojiblancos del Loyola cuando enfrentó sin complejos al Rapid de Viena (Austria).

El match terminó 3-3 y no solo “El Tigre” evitó la derrota sino que también fue partícipe de una noche mágica por la presencia en el segundo tiempo de Alfredo DiStéfano, que cumplió su compromiso de enfundarse la camiseta del Loyola.

Algunos directivos del bando colegial se ilusionaron con tenerlo por una temporada. Sin embargo, “La Saeta Rubia” ya había sido contactada por el Real Madrid antes de viajar a Caracas.

En varias series internacionales de fútbol realizadas en el Olímpico, Brandt demostró que sus atajadas no eran nada más contra sus adversarios de La Salle en el campeonato local.

La prensa caraqueña refleja actuaciones memorables entre 1950 y 1953 contra Madureira y Botafogo (Brasil); Quindío, Sporting de Barranquilla (Colombia) y la aludida versus el Rapid.

Asimismo, intervino en compromisos amistosos del Deportivo Italia y la Escuela Militar de Venezuela ante Puentes Grandes (Cuba) y la Universidad de Bogotá (Colombia).

Brandt recibió ofertas para jugar en el fútbol de España, Colombia y Brasil, pero prefirió desarrollar su carrera deportiva en su natal Caracas.

 

*Periodista y colaborador de Venezuela Fútbol Historia