Elizardo Pérez: un brasileño que prefirió a Margarita
Ricardo Cabrera
La historia de Elizardo Pérez Lemus es la de miles de historias de futbolistas brasileños con mucho talento y ganas de triunfar, pero que en su país con tantos y tantos jugadores luchando y esperando por un chance, no les llega ese toque de suerte para ser tomados en cuenta por los clubes grandes, y deben limitarse a ser uno más del montón en su país, dejar el fútbol, o aventurarse a emigrar en busca de otros escenarios donde mostrar su talento. Él hizo lo último, y hoy en día como un venezolano más, le da gracias a Dios por haber tomado esa decisión.
Preciso en la memoria, Elizardo se tomó el tiempo para contarnos su vida y responder algunas preguntas, de esas que siempre quisiéremos hacerle a personas como él, que sabiendo hacer bien lo suyo, deben buscar otros derroteros para lograr sobresalir y mostrar que no son individuos del montón.
Comienza diciéndonos que “me inicié en el fútbol a los 13 años en el Santos FC de Brasil de manera más seria, pues juego desde los 7 en el barrio. Jugué en todas las categorías menores y hasta los juveniles con el Santos, y allí mismo salté al profesional con muchas perspectivas de futuro”.
Agrega que “después de cumplidos los 18 años estuve prestado por el club hasta que cumplí los 20 años, y a partir de ahí me dieron mi pase libre, ya que el club en el que pasé toda mi infancia y juventud en el fútbol me dejaba en libertad para irme a cualquier otro club”.
Le tocó a Elizardo buscar club, y ahí también priva el factor suerte, o el tener un buen manejador.
“Jugué un año más en Brasil, eso fue en el año 84, y en el 85 piso tierras venezolanas, donde tuve el privilegio de vivir el futbol de crecimiento de una gran manera, con disciplina y seriedad, se trabajaba mucho en esa época, mucho balón, de lunes a viernes. Entrenábamos con balones de cuero pesados, canchas buenas, buenos torneos”.
Queriendo ahondar en este punto, le hacemos varias preguntas que lo incitan a meditar, y nos ofrece un panorama de la época.
“Te cuento que el haber venido a Venezuela fue primeramente una oportunidad de jugar fuera de Brasil, tuve 2 oportunidades en los años 80 antes de venir, para ir a Japón y Portugal, y las 2 oportunidades se cayeron”.
Recuerda con más detalles que “me profesionalicé en el Santos de Brasil, y a los 18 años por falta de oportunidades en la plantilla del equipo con el que había jugado desde las categorías infantiles, fui prestado a un club de Paraná, otro estado de Brasil, en segunda división, un fútbol duro donde crecí más como jugador y persona. Eso fue en el año 82, donde estuve un año, vuelvo al Santos, me presento a la plantilla y tampoco hay puesto para mí, por lo que nuevamente soy prestado a otro equipo de segunda división, ahora en la misma Liga de Sao Paulo, en el año 83, en un torneo difícil con más de 120 equipos divididos por zonas. Allí tuve un excelente desempeño, y vuelvo al fin del 83 a presentarme en el Santos, pero debido a falta de oportunidad decido irme y pido mi pase”.
Acá comienza su relato Elizardo, de la forma en que llegó al fútbol venezolano, y nos dice que “en el año 84 juego en la misma ciudad de Santos, donde nací, con el club Portuguesa Santista en segunda división, en donde jugamos un gran torneo. Terminando esa temporada, ya empezando el año 85, me llamó el técnico Ari Marta un entrenador con el que trabajé en el Paraná, y me comentó que venía a Venezuela y necesitaba un 10, y me preguntó si yo estaba dispuesto. No lo dudé un segundo y le dije que sí”.
Recuerda el jugador y ahora técnico que era “una buena propuesta, pero del futbol venezolano no sabía nada en esa época, ya que la comunicación tanto de televisión como de radio, Internet y celular no eran como hoy, y aún así me aventuré con muchas ganas y deseos de triunfar, y el día 15 de marzo del 85 desembarqué en San Antonio del Táchira para empezar mi vida en San Cristóbal con el Atlético”.
Queriendo conocer un poco más de esa impresión inicial de un jugador extranjero al llegar a un país y un fútbol que desconoce, le hacemos la interrogante, y nos dice que “la primera impresión que tuve del futbol venezolano fue del Aeropuerto de San Antonio a San Cristóbal, yo iba en el carro y veía en los techos de las casas los tanques de agua en forma de pelotas pintados con motivos del futbol, pues estaban en eliminatorias del premundial 86, y le comenté al profesor Ari Marta que acá si les gusta el fútbol, tienen balones en todos los techos de las casas, y me reí, eso fue risas entre todos que estaban en el carro”.
Agrega que “la impresión que tuve fue excelente, pero al día siguiente cuando fuimos a entrenar por primera vez, sentí el cambio. Primero me llevaron a una casa donde era la sede del club, y le pregunto al profe si eso era el club me respondió que esa era la sede. Allí fue mi primera decepción por la falta de estructura. Seguidamente me entregan 2 juegos de uniformes y me dicen “son tuyos, tienes que llevarlos y lavarlos”. A sentí la diferencia, porque desde mis 13 años cuando comencé a jugar con las divisiones infantiles del Santos de Brasil, tenía un club con sede social, vestuarios, un closet personal para llegar a las prácticas y allí estaba mi ropa limpia para el día de entreno, los guayos listos “betunados”. Me llené de fuerzas para enfrentar el desafío, y allí el día a día me fue mostrando las buenas y las malas del futbol venezolano, pero yo siempre actué con mucho respeto y ganas de triunfar y de adaptarme al cambio”.
Le preguntamos a Elizardo por los técnicos que tuvo en sus primeros años en el fútbol de su país, y luego acá en Venezuela.
“Tuve en mi camino entrenadores de gran nombre como Coutinho, Pepe, Nené, Bilarmino, todos ex-jugadores del Santos, y en infinidades de veces el gran Rei Pelé, que en paz descanse, practicaba con nosotros. Fueron momentos inolvidables, y tuve varios entrenados conocidos en Brasil como Ari Marta con el que vine a Venezuela. Viví una gran juventud y cumplí sueños y metas. Jugué en selecciones de mi ciudad, del estado, y tuve la alegría de estar en la selección de Brasil sub 17 en el año 81. Son recuerdos maravillosos, y ya en Venezuela tuve a Ari Marta, que se fue en la semana siguiente del equipo, luego tuve el gran Luis Mendoza, el que me hizo crecer y me dio crédito, confiando en mi potencial. Después a Carlos Moreno, gran estratega, después a Miguel Acosta, a Rafa Santana, a Don Víctor Pignanelli, y a Manuel Plasencia ya en mi último año con el Caracas, en el 91”.
En referencia a los clubes en los cuales militó, el hoy en día radicado en la Isla de Margarita nos rememora que “salté al profesional ya con 17 años, los clubes en que jugué fueron el Santos FC, el Guarapuava Esporte Club en Paraná segunda división, el Corinthians de Presidente Prudente, segunda división, Portuguesa Santista también de segunda división, esos allá en Brasil, y en Venezuela Jugué en Atlético San Cristóbal, Unión Alético Táchira, Deportivo Táchira, Pepepeganga Margarita y el Caracas Fútbol Club”.
Nos interesa saber en la visión tan clara que muestra Elizardo, cómo veía al fútbol venezolano en su época de jugador activo.
“El futbol de esa época era, no se, como más fútbol, se jugaba más por amor a la camiseta que a lo que se pudiera ganar monetariamente hablando, teníamos varios clásicos como Táchira vs Atlético San Cristóbal ULA vs Estudiantes, Mineros vs Minervén, se permitían 5 extranjeros por equipo, y por la situación económica del país venían jugadores de calidad, brasileños, uruguayos, paraguayos, argentinos, colombianos, peruanos, era una fiesta el fútbol, no teníamos todas las maneras y formas de difundir nuestra actividad, apenas los diarios y la radio, porque la televisión no se ocupaba mucho del fútbol, y no había esto que tenemos hoy, que son las redes sociales”.
Al interrogarlo sobre rivales o compañeros de equipo, nos señala Elizardo que “tuve el placer de jugar con grandes futbolistas, tanto nacionales como importados, Pedro Acosta, Pedro Febles, Wilton Arreaza, Daniel Nikolac, Franco Fasciana, Laureano Jaimes, Carlitos Maldonado, William Méndez, Rubén Bachini, Andrés Paz, Carlos Betancourt, César “Champion” Marcano, Carlos Castro, Gerson Díaz, Gaby Miranda, y también importados como Chesio, la “Zorra” Brito, Patricio Aveiro Otero, la “Fiera” Gutiérrez, Germán Montero, Juan Manuel Mouro, Walter Luna, Nelson Gómez Ospina, El ”Mánimal” Cortez, Genovese, y pare de contar, pero el jugador que me impresionó mucho en esa época por su calidad y ser humano fue Bernardo Añor, con una clase impresionante. Siempre fui un jugador amigo, y coseché buena amistad y respeto con todos los jugadores de los equipos en donde jugué, y también con los rivales de esa época”.
Dos partidos recuerda Elizardo en su carrera como futbolista profesional en Venezuela.
“El juego que más me recuerdo fue el primer clásico que jugué en Venezuela quedamos 1 a 1 y marqué mi primer gol en este país, y el juego que eliminaría de mi carrera fue un Caracas vs Valencia, porque me lesioné el tobillo y después de eso ya no tuve muchas oportunidades con el equipo, y decidí retirarme”.
Nos cuenta seguidamente como ha sido su vida luego de dejar el fútbol profesional, y tomar la decisión de seguir en nuestro país.
Al retirarme del fútbol en el año 92 me instalé en la isla de Margarita y allí formé mi familia, comencé a trabajar con niños, a entrenarlos y enseñarles, hoy en día me dedico a eso, soy entrenador, dirigí en la isla al seleccionado del Centro Ítalo Venezolano de esa isla desde el año 93 hasta el 2011, luego fundé mi propio club que se llamaba Club de Fútbol Elizardo Pérez, jugamos con las categorías menores los torneos a nivel nacional de la Federación Venezolana de Fútbol, estuvimos activos por unos 10 años, luego las cosas empezaran a ponerse duras y ya no se podía salir de la isla, porque era sumamente costoso, también tuve el privilegio de dirigir varias selecciones del estado Nueva Esparta en esos años, volví a Brasil en 2018 y no aguanté mucho, quería volverme a Venezuela, regresé en el 2020 para dirigir al Deportivo Margarita en Tercera División, y vino la pandemia que complicó todo. Hoy en día sigo trabajando con Deportivo Margarita en varias categorías”.
Le pedimos que nos especifique más el porqué se quedó en Venezuela al terminar su carrera como futbolista activo, y también nos habla de su familia.
“Decidí quedarme porque me enamoré de Venezuela y su gente, mis mejores momentos futbolísticos los viví en Margarita donde hoy estoy viviendo, me casé en el 89 con una linda colombiana y hoy los dos somos venezolanos, tenemos 3 hijos, una hembra y 2 varones, uno ya jugo mucho fútbol amateur, pero tuvo una lesión muy joven que lo retiró, y hoy tiene 33 años, mi hija es maestra y hoy en día es directora de un colegio acá en la isla, y mi hijo menor que tiene 22 años y se dedica al físicoculturismo como profesión. También tengo2 nietos de mi hija, una hembra y un varón el niño ya con 8 años está jugando y va por el camino bueno”.
No queremos dejar a Elizardo sin que antes nos haga una comparación entre el fútbol que vio y jugó cuando llegó al país, y el fútbol que ve hoy en día en Venezuela.
“El fútbol venezolano creció mucho en esos años, en los ochenta éramos puro corazón, ganar todo a pecho, con garra, sin saber nada de los contrarios, solo lo que se leía en prensa escrita, después del 90 ya entramos en otra era, más televisión y redes sociales, el futbol se pudo ver más, analizar y conocer más, tenemos muchos jugadores jugando en el exterior, pero ya en estos momentos veo muy politizado el fútbol, y la gente que lo está manejando lo está destruyendo, pero tenemos fe que todo va pasar”.
Por otra parte señala que “veo una gran mejoría en el fútbol de aquellos tiempos hasta el de hoy en día en la parte de las categorías menores, hay un gran progreso en el fútbol base que antes no había, muchos jugadores hoy tienen chance de jugar afuera porque son más vistos, ha mejorado mucho la parte de las comunicaciones, de televisión, internet, redes sociales, todo eso ha abierto un campo enorme, pero aún seguimos careciendo de clubes con su sede propia con cancha propia, pero ha evolucionado mucho”.
No quiere despedirse Elizardo Pérez Lemus, sin antes dejarnos saber sus mejores deseos para el fútbol venezolano, que considera su fútbol.
“Deseo y quiero que Venezuela crezca más en el fútbol, estamos en una subida buena, y luego volvemos a caer, pero tenemos que levantar pues lo merecemos, hoy tenemos jugadores en todas partes del mundo y eso es significativo. Debemos mejorar la parte que manda en el fútbol, la dirigencia, que no se politice, que haya un amor por el futbol, si se puede y si lo vamos a lograr”.
Remata señalando que “hoy se juegan varios torneos que te ayudan financieramente, en tiempos atrás era muy duro, por eso perdimos varios equipos como Minerven, Pepeganga Margarita el Club Sport Marítimo, que parecería que hoy en día está volviendo. Vamos con todo y cuenten conmigo un brasileño venezolano que ama este país. Esto es un poco de mi historia, vivo en un país hermoso donde me ha dado de todo, lo respeto, lo amo y me siento venezolano como cualquier otro”.