El fútbol en tiempos de Tsunami Tecnológico

Terminó el Mundial, que estuvo muy bien organizado, lo reconocen todos. Ganó Francia, con su equipo multirracial, excusa para olvidar xenofobia por un rato. Sorprendió Croacia, ese paisito de menos de cuatro millones de habitantes. A Bélgica tal vez le quedo corto el tercer lugar. Decepcionaron los favoritos. Los equipos latinoamericanos no dieron pie con balón. Cristiano Ronaldo y Messi se desaparecieron, pero menos mal que aparecieron algunos chamos que asoman como los nuevos grandes futbolistas del planeta. Por su parte, los terrícolas volvieron a la realidad y se dieron cuenta de que la vida trasciende la cancha

 Más allá del VAR

La tecnología fue un dato determinante en el recientemente finalizado campoenato. El actual tsunami tecnológico que se observa en la sociedad, también llegó, a su manera, hasta las costas del balompié.

Si bien tal vez sea recordado por el VAR, dada la polémica que trajo consigo su implantación, este Mundial dejo ver innovaciones aún más importantes venidas de la informática, la nanotecnología, las neurociencias, la biomecánica, la psicología y paremos de contar, referidas a la vestimenta, la fabricación de equipos y materiales, el entrenamiento, la nutrición y la salud del atleta, el mejoramiento de estadios (incluyendo medidas de seguridad casi orwelianas), el concepto mismo del fútbol como espectáculo y, de manera muy relevante, las estrategias para competir, vía, sobre todo, inteligencia artificial y big data, con su capacidad para recoger, guardar y relacionar cantidades casi infinitas de datos, permitiéndole al entrenador preparar y monitorear los partidos.

El futuro del fútbol

Visto lo anterior, la mutación del deporte en todas sus disciplinas, no solo en el balompié, ha traído a colación el examen de cuestiones que remiten al significado mismo de la actividad deportiva, porque junto a las innovaciones referidas, asoma, además, la posibilidad de formas más sofisticadas de dopaje – dopaje genético, dopaje cognitivo -, con relación a las cuales las autoridades deportivas, incluidas las del futbol, han encendido las alarmas, asumiendo que no son cuentos venidos de la ciencia ficción. Tan así son las cosas que en los últimos Juegos Olímpicos, celebrados en Brasil, las autoridades tuvieron que adoptar algunas  previsiones para determinar si los atletas adulteraban sus genes, las cuales serán reforzadas para el próximo evento de Tokyo, dentro de dos años. E, incluso, en el caso de los eSports  – que, dicho sea de paso, hay la pretensión de convertirlos en deporte olímpico -, se exploran las maneras de detectar si algunos competidores utilizan sustancias orientadas a reforzar la capacidad de concentración.

 

¿Cuál irá siendo, entonces, el peso que tiene el trabajo de los diversos laboratorios en el resultado de las competencias?  Los expertos han empezado a hablar, por tanto, de la necesidad de repensar a fondo la actividad deportiva, evaluando si su “tecnologización” desvirtúa su esencia. Se trata de un asunto clave que alude también el futbol, desde luego.

Avalos Gutiérrez

VenezuelaFutbol , agosto de 2108