Víctor Filomeno prefirió al Valencia FC por encima del Millonarios de Colombia

El amor también influyó
El Homenaje que la Fundación Venezuela Fútbol Historia junto a otras personas le hicieron a la memoria del Valencia Fútbol Club y a sus integrantes, jugadores, directivos y técnicos, sirvió para el reencuentro, el recuerdo y las anécdotas, para conocer un poco más a esas figuras que dejaron huella en nuestra reciente y poco conservada historia futbolística.
Hay personajes que se pierden en nuestra intrincada y poco fiel memoria, a los cuales vale la pena escuchar porque tienen mucho que decir, y uno de ellos es Víctor Filomeno, a quien le bastaron solo tres preguntas para mostrarse tal cual es, fiel a sus conceptos y preceptos, de vívida memoria y mucho que decir y mostrar de su larga y fructífera carrera, por lo que lo vamos a dejar que se explaye en todo lo que tiene que contarnos.
El evento
“La verdad que me pareció muy bueno, ¿a quién no le gusta que le reconozcan lo que uno ha hecho a lo largo de su carrera?, y más cuando en un país como este, en el que no hay casi historia futbolística, hay mucha gente que habla de fútbol, pero no hay cosas y hechos concretos sobre la historia del fútbol, quienes han participado, el tiempo que lo han hecho, de qué forma lo han hecho, pero menos mal que ahora se le está dando la importancia que esto tiene, y además, es un orgullo y una alegría para uno que le reconozcan el trabajo que ha hecho”.
“¿Si se repite el evento?, lógico, ¿a quién no le va a gustar que le sigan reconociendo sus méritos, y ver reconocidos los méritos de otros?, además esto conlleva a dos cosas importantísimas, una es recordar aquellos tiempos y volver a reencontrarse con amigos y compañeros de esa historia, el evento fue estupendo y esa fue una de las partes agradables, reencontrarse con amigos y compañeros que teníamos años sin ver, si nos dejan nos llega el día siguiente y todavía estamos compartiendo, hablando, contando historias y anécdotas”.
“De hecho creo que se está organizando para poder repetirlo por lo menos anualmente. Yo fui parte, no muy activa por cuestiones de trabajo, de la organización de este reencuentro, pero allí estuve, lo hice y volvería a hacerlo”.
“La segunda parte es porque muchas veces la gente no sabe o no se da cuenta que los niños y jóvenes que están formándose futbolísticamente, necesitan ídolos, en los grandes países futbolísticos eso es importantísimo, están siempre presentes los ídolos de diferentes épocas, diferentes edades, y los muchachos viendo todas esas cosas buenas que hacían esos jugadores, tratan de imitarlos, nosotros desgraciadamente teníamos los ídolos, pero no eran reconocidos, no eran visibles, y todavía está sucediendo, los niños se formaban y se forman con ídolos foráneos”.
  • Franelas e ídolos foráneos
“No sé si tu recordarás que antes del Boom de la Vinotinto, la gente andaba más que nada con franelas brasileñas, argentinas de España e Italia, cuando verdaderamente tenía que haber un sentimiento nacionalista de apoyo, de que la franela que se use debía ser la de tu propio país, para mí sería imposible, y nunca lo he visto, a un brasilero con una franela venezolana o colombiana, menos todavía con una argentina, uruguaya, española o italiana”.
“Entonces creo que eventos como este ha ayudado y seguirá ayudando a despertar y acrecentar este sentimiento nacionalista en el fútbol, todavía cargamos el problema de que lo mediático nos está superando, y todavía nuestros niños tienen ídolos del fútbol de afuera, Cristiano Ronaldo o Messi, ni siquiera Maradona o Pelé, sino lo que ellos ven en las redes sociales”.
“Entonces esto que se está haciendo, que lleva adelante Luís Vidal con la Fundación Venezuela Fútbol, de promocionar y dar a conocer la historia del fútbol venezolano y las figuras del fútbol venezolano, con el tiempo puede surtir el efecto que se desea, que los ídolos de los niños sean jugadores o exjugadores que participaron tanto en el fútbol venezolano, como en la vinotinto”.
Valenciano desde el 73
“¿Mi actividad con el Valencia?: yo viví dos etapas en el Valencia FC, la primera fue a partir de 1973, yo llegué a Venezuela en el año 1.969, jugué cuatro años en el Galicia y cuando salí fue para venirme al Valencia, ese primer año con el equipo, en el 73, quedamos subcampeones, a dos puntos del famoso pentacampeón Portuguesa FC, y aparte de una buena actuación en el campeonato, tuvimos la posibilidad  a comienzos del año siguiente, de jugar Copa Libertadores contra los equipos colombianos Millonarios y Nacional de Medellín”.
Lo quiso Ochoa Uribe
“Tengo una anécdota con respecto a esta participación en la Copa Libertadores: ya en el año 70 o 71 jugué con el Galicia una Copa Simón Bolívar, que enfrentaba al campeón de Venezuela y el campeón de Colombia, en donde el Galicia se la ganó al Independiente de Santa Fe, y a mí me vio jugar el doctor Gabriel Ochoa Uribe, el técnico colombiano de mucho renombre, yo diría padre futbolístico del Pacho Maturana, de Jorge Luís Pinto y de otros entrenadores colombianos destacados. Entonces él me vio jugar, hizo un buen comentario y se interesó por mis servicios, pero las cosas en esa época no eran como hoy en día, cuando lo mediático priva”.
“Entonces eso quedó ahí en Standby, pero cuando viene esta Copa Libertadores, Ochoa Uribe era el técnico de Millonarios y se reactiva esta posibilidad porque había un brasilero, Ari Goncalves, que jugó en Millonarios y que vivió aquí en Venezuela, y era amigo de Ochoa Uribe, por lo que le dijo que con el Valencia va a jugar Víctor Filomeno, por el que tú te interesaste hace dos o tres años”.
“El técnico dijo que luego del partido hablaríamos, y al final me señaló que en Bogotá hablaríamos después del partido de vuelta, el Valencia se vino, yo me quedé y así fue, conversé con los directivos, llegamos a un acuerdo verbal y les dije que como era dueño de mi ficha, al regresar a Valencia resolvía mi situación con el equipo y volvía a Colombia para firmar contrato e integrarme al Millonarios”.
“Al regresar, la gente en Valencia se enteró y se armó un revuelo, me pidieron que no me fuera, que siguiera, yo tenía también una pareja sentimental, y todo eso influyó para que no me fuera a Colombia, me faltó ese empuje final, ser un poco más egoísta y pensar en mí y en mi futuro, porque no era lo mismo jugar en el Valencia que en el Millonarios de Colombia. Inclusive los directivos del Valencia me preguntaron cuánto iba a ganar en Millonarios, y me dijeron “te lo pagamos nosotros”, y ahí terminaron de convencerme, le inventé excusas a los de Millonarios y me quedé en el Valencia”.
Pasantía y renuncia en el Pentacampeón
“Al segundo año, en el 74 no nos fue tan bien como en el 73, pero Portuguesa se interesó por mis servicios, a fin de año conversaron conmigo, al comienzo del 75 voy a Acarigua y firmo con ellos, pero para que se realizara esta transacción, el Pentacampeón tuvo que pagarle al Valencia 10 mil dólares por la ficha mía”.
“Ese año quedamos campeones con el Portuguesa, fuimos a Copa Libertadores, y al regreso tomé una decisión, porque me había encariñado mucho con la gente y la ciudad, dejé muchas amistades en Valencia, y entonces pedí rescindir el contrato, dijeron que no había problemas, pero que Valencia debía pagar los 10 mil dólares que Portuguesa le había dado, para poder rescindir el contrato”.
“Como el Valencia no tenía ese dinero, no se pudo dar el traspaso, y entonces yo opté por retirarme del fútbol, les dije en Acarigua que como no me permitieron ir a jugar al Valencia si no había el dinero, se quedan sin el chivo y sin el mecate, me voy a retirar del fútbol, me vine a Valencia, preparé una carta y la fui a entregar a la Federación Venezolana de Fútbol en Caracas, mi carta de renuncia al fútbol profesional, y eso quedó ahí, empecé a jugar fútbol amateur en Valencia, con el permiso del Portuguesa, y empecé a trabajar”.
Regreso de 5 con Táchira
“En el año 79 cuando llega Táchira a jugar en Valencia, al comienzo del campeonato, el entrenador Esteban Beracochea me dijo que me quería llevar para San Cristóbal, le dije que no podía porque tenía ya tres años retirado y dijo “no, no me importa, para lo que yo te necesito no me importa, te vienes conmigo”, y efectivamente, me fui para el Táchira y cambié de posición, en lugar de 8 o 10 me pusieron a jugar de 5, para darle salida más rápida al equipo, además yo era el vocero del entrenador, como había amistad con Beracochea desde Uruguay, era su vocero dentro de la cancha. Tuve la suerte también de que quedamos campeones”.
“Renové contrato, pero con dos condiciones, mi actual esposa era mi novia en Valencia, y ya estaba en 7mo semestre de la Universidad, les pedí que le consiguieran un cupo en la extensión de la ULA en San Cristóbal para que pudiera continuar su carrera, y además me tenían que conseguir vivienda porque me iba a casar a finales de Diciembre, y me iría con ella a San Cristóbal”.
Me dijeron que si, comenzó el año y no se estaban cumpliendo ninguna de las dos cosas, a mi señora se le estaba venciendo el plazo para inscribirse en Valencia y corría el riesgo de perder el semestre. Tuve que tomar la decisión de rescindir el contrato con el Táchira, y además cuando hago esto se entera la directiva del Valencia y me contrata para el campeonato del año 80”.
Vuelta al Valencia…y vinotinto
“Esa segunda etapa fueron los años 80, 81 y 82. Deportivamente con el Valencia no nos fue muy bien, a pesar de que teníamos como entrenador a Walter “Cata” Roque y estuvimos peleando campeonato, pero no pudimos lograrlo”.
“En esos tres años que estuve con el Valencia, tengo una de las experiencias más importantes y más lindas de mi vida, porque en el año 81 el “Cata”, que había dejado de ser entrenador del Valencia FC, para ser técnico de la Vinotinto, después de haber jugado los dos primeros partidos, uno con Brasil en Caracas que se perdió 1-0 y haber perdido en La Paz 3-0 con Bolivia, cuando regresó quitó a varios jugadores, creo que también por problemas de indisciplina, me parece que fueron 8, e hizo una nueva convocatoria de 4 jugadores: Pedro Febles, José Félix Gutiérrez, Mario Bossetti y mi persona”.
“Fuimos a la selección, comenzamos a entrenar, y tuvimos la dicha y la felicidad de que le ganamos, con gol de Pedro Acosta, 1-0 a Bolivia en el Estadio Olímpico de Caracas, primer triunfo de la Vinotinto en unas eliminatorias mundialistas, te puedes imaginar cómo eso quedó grabado en mi vida, en mi familia, en todo”.
De jugador a entrenador
“Al año siguiente, en el 82, decidí retirarme definitivamente como futbolista profesional, ya tenía para esa fecha 34 años y consideré que lo más razonable era retirarme, porque yo desde muy joven, aún jugando profesional, dirigía equipos de categorías menores, desde los 22 o 23 años me gustó, lo hice en Caracas mientras estaba con el Galicia, y en Valencia también, al Colegio Don Bosco y otros más, siempre pensando que mi carrera futbolística no iba a terminar cuando me retirara como jugador, sino que la continuaría como entrenador”.
“Entonces hice todos mis cursos, hasta llegar al nivel de hoy en día, que soy entrenador profesional, estoy esperando porque desde hace tres años están por mandarme de Caracas mi título pro honorífico, pero uno sabe cómo se maneja todo a nivel de Federación, a nivel de Colegio de Entrenadores en Caracas, y aún estoy a la espera”.
Sueños con el Valencia
“Me dediqué al fútbol pero ahora como entrenador, tuve la oportunidad de dirigir al Valencia Fútbol Club pero en la segunda división, de subirlo a primera y dirigirlo allí, pero no continuar con el equipo a mitad de campeonato, por los innumerables problemas, sobretodo económicos, que arrastraba, le debían a todo el plantel, incluyendo al cuerpo técnico, inclusive en una oportunidad tuve que plantearle a la directiva el retirarme de la Dirección Técnica y encargarme de la parte organizativa, de crear algo que debe ser lo vital en un equipo de fútbol, que sea un Club Social, con su propio estadio, su propia cancha, sus propias categorías menores, su cantera, su sede social, sus socios, que eso es lo que le da estabilidad a los equipos, es decir, la cuota social, que no cubre todo, pero si da una base para que los equipos de fútbol se mantengan activos y sin deudas”.
“Lógicamente dentro de la organización futbolística tiene que haber la parte de marketing, la parte promocional, bueno todo eso yo lo había recogido a lo largo de todos mis años de pasantía en el fútbol, traté de volcarlo en el club, inclusive con uno de los alcaldes de Valencia conseguí un terreno de diez hectáreas para edificar allí el club social con todas sus instalaciones, pero hubo mucha parsimonia por parte de la directiva, y no se logró llevar a cabo eso, que de haberse cumplido, hoy en día el Valencia FC sería una entidad futbolística modelo a nivel mundial ya la altura de los grandes equipos futbolísticos del mundo”.
“No se pudo llevar a cabo eso, y todavía hoy en día conservo los borradores de toda esa organización y planificación que habíamos preparado para lograr convertir al Valencia en un Club Social como deben ser todos los buenos clubes de fútbol en el mundo”.
“Aquí hubo un antecedente de eso, que fue el Club Sport Marítimo de Venezuela, pero todos sabemos su historia con la Federación, que no dejaron que ese equipo alcanzara ese nivel, e incluso lograron que desapareciera”.
Carrera como técnico
“Después en mi carrera como entrenador tuve oportunidad de trabajar en Minerven FC como asistente de Nerio Hernández, logrando el campeonato, con participación en Copa Libertadores, y tuve también oportunidad de dirigir allí el equipo sub-21 y quedar campeones nacionales con jugadores como el Pájaro Vera, Mcintosh, Tulio Hernández, Lezama, Carlos Mieres, es decir, todos jugadores que después fueron futbolistas de primer nivel en el fútbol venezolano”.
“Tuve también la oportunidad de dirigir al Nacional Táchira, subirlo a primera, con una interesante anécdota, faltando tres jornadas para el final y con el ascenso asegurado, el “Cura” Calderón me botó porque no lo dejaba que participara en la confección de la alineación, en eso yo tuve siempre mucha personalidad, mucha decisión, y si yo soy entrenador y soy el responsable, no acepto que nadie se meta, tengo que asumir todo, las responsabilidades de las victorias, pero también de las derrotas”.
Pero Calderón me quería hacer el equipo y yo nunca acepté eso, por eso es que a lo mejor mi carrera como entrenador en el fútbol profesional no ha sido tan fructífera o tan larga como la de otros como Carlos Moreno, Noel Sanvicente, Carlos Maldonado y tantos otros entrenadores que han entrado en ese mundo futbolístico al que yo nunca quise pertenecer, de hoy estar en un equipo, mañana saltar para otro, nunca me gustó eso, y hoy día uno ve que un entrenador no terminó de salir de un equipo, cuando ya tiene contrato con otro, y se pregunta uno ¿dónde está ahí el amor por la franela o el sentido de pertenencia?. Entonces a lo mejor mi pensamiento me perjudicó profesionalmente, pero me criaron con unos principios, y con esos principios me voy a morir”.
Siempre nuevos proyectos
“Como siempre me he quedado en Valencia, trabajé con escuelas de fútbol, creé el fútbol en la Hermandad Gallega, mucha actividad, y me han llamado para equipos profesionales, y uno sabiendo que eso es pan para hoy y hambre para mañana, por la falta de organización y de recursos, no hay estabilidad en los equipos, y cualquier proyecto que tenga un entrenador, se viene al suelo. Continuamos en Valencia, trabajando con el fútbol menor, actualmente continúo como coordinador de la escuela de fútbol del Colegio Santa Rosa, tengo seis meses en esto y trabajando con el Colegio en algo más grande, para llegar a otros niveles, y de poder preparar jugadores para exportar”. (Ricardo Cabrera, CNP 3.560).