Asdrúbal “Memín” Sánchez: fue el primero que le marcó un gol al Real Madrid

Nadie conoce al doctor Asdrúbal José Sánchez Urbina, pero todo el mundo futbolístico de nuestro país sabe quién es “Memín” Sánchez, un personaje de estos con los que provoca sentarse toda una noche para hablar y hablar de fútbol, no solo del local, o del nacional, sino que está empapado de lo que sucede en el mundo.

Y es que “Memín” tiene una memoria prodigiosa y sabe historias de historias, cuenta todo con lujo de detalles, y es de esos personajes idóneos para escribir un libro, solo hay que entrecomillar.

Costó un poco para entrevistarlo, pero no porque eludiera la cita, sino que la primera vez lo embarcamos y para la segunda ocasión no encontraba un huequito en el que pudiéramos coincidir camarógrafo, entrevistado y entrevistador.

 

Pero al fin se dio, y con las preguntas de rigor, esto fue lo que nos contestó con su hablar pausado, sentado como centro de atención en un estudio fotográfico donde pudimos citarnos, y con su ruma de álbumes, fotos, recortes, placas y medallas a un lado.

 

-Su nombre completo

“Asdrúbal José Sánchez Urbina”

 

-Asdrúbal ¿cuáles fueron sus inicios en el mundo del fútbol?, ¿cuándo comenzó?

Me inicié muy pequeño, a la edad de 11 años, allí en el barrio San José Obrero, que fue el lugar donde llegó mi mamá cuando se vino de La Guaira a Mérida. Allí pude desarrollar mi fútbol, mi educación y toda mi formación.

 

-¿En qué posiciones jugabas esos años de tus inicios?

Yo para esos años jugaba un fútbol más que todo de calle, pero a partir del año 71 con el profesor Antonio Cabrujas, que nace la Fundación Liga Nacional de Fútbol Menor, se extendió para acá, y en Mérida el profesor Próspero Peña, que estuvo en sus inicios entrenando con Estudiantes, empezó a agrupar a los muchachos de San José Obrero, de la Juan 23, de Santa Elena, de donde son los Peña, los Aguita, Chiqui Peña y otros, pudo amalgamar un grupo de jugadores de 11 y 12 años, y sacar un equipo de categoría infantil C con el nombre del Corral de Mario, que era el que le daba el patrocinio,  y además Abastos Molina que era la frutería que él tenía en el sector. Ahí comenzamos y entonces en un partido en La Salle, el profesor Castanheira con sus ojeadores o lo que son hoy en día sus scouters, Amenodoro Dugarte y Eliécer Dávila, me vieron jugar y me invitaron a entrenar en el estadio de Lourdes con la Universidad de Los Andes, y esos fueron mis inicios en un club organizado, y donde hice toda mi carrera.

 

-¿En esos tiempos cómo era la formación de un futbolista, era buena?

Era buena, era más que todo buena, no estaba en nosotros ese sueño de trascender, sino simplemente lo hacíamos de una manera recreativa, y como también Mérida ha sido futbolera toda la vida, yo estudié en la Escuela Rafael Antonio Godoy, y también cuando nos podíamos escapar íbamos al estadio Mérida, que estaba cerca, a hacer fútbol, y ahí nos encontraba amos con un primo de Quintín Longa, uno de los grandes nadadores y grandes atletas guaireños. Él nos castigaba y nos llevaba nuevamente a la escuela, pero en nosotros la inquietud era el fútbol, porque yo digo que si no hubiese venido a Mérida habría sido grandeliga, porque nací en una tierra de grandeligas. De donde es mi papá, de La Sabana, de allí han salido 13 peloteros grandeligas.

 

-¿Qué entrenadores tenías en esa época?

Los entrenadores eran los que señalé, en primer lugar Próspero Peña, y luego mi gran maestro y a quien le debo lo que soy hoy en día, mi gran tutor y padre como fue el profesor Antonio Dacosta Castanheira, también Amenodoro Dugarte, Eliécer Dávila y el Canario Estévez, que nadie lo recuerda, un médico que está en Falcón y él hacía las veces de dirigente y de entrenador, era el dirigente más entusiasta,  que se preocupaba por  uno para mantenerlo alejado de lo malo, no había tantos perjuicios como hoy, tanta droga y esas cosas malas como hoy, pero uno siempre hacía lo que llaman hoy en día actividad extracurricular, que era estudiar en la mañana, y en la tarde hacer su deporte recreativo que para mí era el fútbol.

 

-¿Como fue tu salto al fútbol profesional?

Bueno en la ULA me inicio a esa edad, a los 13 o 14 años, a los 15 y 16 ya yo era selección de Mérida, ya jugaba en una categoría juvenil, también se jugaba una primera categoría, y entonces allí jugábamos nosotros con 16 y 17 años, y ya el profesor Castanheira me venía observando y vio mis cualidades, ya la Universidad nos dotaba de muchas cosas, y hasta gozábamos de ese beneficio del comedor universitario, pero en esa época como en el comedor era poco el volumen, podíamos ir a comer al Hotel o a La Romana, es decir, la Universidad tenía convenios con diferentes restaurantes, y el profesor Castanheira nos daba esos tickets para nosotros complementar. Ya cuando se ve en el año 76 que nosotros vamos a la selección de Venezuela, caso de Rafael Cadenas que tuvo una experiencia en San Louis Missouri con el profesor Plasencia, y yo me sumo a lo que iba a ser el Sudamericano del año 77 en Valencia, que venían Maradona, Rubén Paz, Venancio Ramos, venía mucha gente interesante, a nosotros nos correspondió el grupo de Carabobo, por acá estuvo Brasil, y entonces guiados por el profesor Castanheira nosotros dimos esos primeros pasos en el fútbol profesional en el año 76 con Estudiantes de Mérida, junto a otros jugadores como Carvajal, Vielma, Chucho Zambrano, Rafael Camba Sánchez, Omar Trejo, y hubo ese vínculo de Estudiantes y la ULA, porque Estudiantes nace en el barrio mío, en el Barrio San José Obrero, en el edificio Beatriz de la Calle 16, allí nace Estudiantes, tuve la dicha de conocer al ingeniero Soto Rosa, a Jiménez Ron, de conocerlos a todos, y había un vínculo de gente de la ULA con Estudiantes de Mérida, de Perucho Rincón Gutiérrez, el profesor Parra Ch., Edgar Ochoa, Eleazar Ontiveros, Napoleón Dearmas, había ese nexo, de que Mérida tenía un equipo profesional porque Estudiantes de Mérida había nacido en el año 71, y para ese año, el 76, nos incluyeron a nosotros que veníamos de ese Suramericano y habíamos enfrentado a futuras figuras del continente, entonces ya nos hacemos profesionales y lo que nos quedaba era trabajar y prepararnos para lo que iba a ser el ULA FC en el año 77.

 

-¿Con qué equipos jugó Asdrúbal Sánchez en el profesional?

Jugué con la Universidad, que ahora el 28 de febrero cumplió 41 años ese proyecto. No vi que la Unión Local Andina, que ha sido el séptimo intento de este equipo azul y blanco, hubiese hecho algo conmemorativo de esa fecha. Jugué con la Universidad por espacio de 11 o 12 años, después jugué con Estudiantes por 5 o 6 años más, una pasantía que tuve por Mineros, y me retiré en el año 83 con Estudiantes de Mérida.

 

-¿Y cómo era la primera división en esos años en que jugó?

La primera división en sus inicios fue de colonias, después se da esa extensión hacia el Táchira, Táchira es el padrino de la Universidad, y era una primera división que seguía siendo capitalina porque allá estaban los grandes equipos como Galicia, Italia y Portugués, también estaba el Portuguesa que tuvo un repunte grande con sus plantillas y sus cinco campeonatos, y fue grande por la inversión que hicieron en el equipo. Aquí en Mérida se seguía manteniendo la tradición, más que todo Estudiantes que fue una escuela netamente argentina con los entrenadores que tuvo, el profesor Walter “Cata” Roque que hay que recordarlo por sus más de cincuenta años que dio por nuestro fútbol, en su paso por Mérida creo que se preocupó también por el jugador merideño y el jugador venezolano, y se cambió esa concepción, porque en ese entonces y en sus inicios, en Estudiantes jugaban dos criollos y 9 extranjeros, pero la ULA fue todo lo contrario porque la política de Perucho y de ellos era la de tener un equipo netamente universitario, con jugadores que quisimos cumplir con esa consigna de estudiar, luchar y jugar, y pudimos lograr cosas interesantes. El caso de Carvajal que fue además ingeniero, y muchos jugadores más que vi graduarse, ese era el lema, no era un fútbol bien pagado como es hoy en día que los jugadores se pueden dedicar a esta profesión, en ULA había un semiprofesionalismo donde te daban la posibilidad de estudiar y también de ganarte algún dinero.

 

-¿Contra qué estrellas de la época jugó y cuales fueron sus compañeros?

Estrellas muchas, nacionales las mejores como Luis Marquina que para mi entender fue uno de los mejores laterales, otras estrellas como Richard Páez, Luis Mendoza, Rafa Santana, pude compartir con los tres una gran mediacancha en el 79 en Copa América. Jugué con uno de los grandes, el caso de Jorge Luís Andrade, el famoso Chachachá, jugador brasileño que vino acá, hizo muchos goles, después volvió a Brasil, fue campeón del mundo con Flamengo y vistió la famosa Canarinha. Jugué con Juan José Scarpeccio, a mi entender uno de los grandes jugadores argentinos, jugué con él en la selección en el año 81, también jugué con el Pocho Echenaussi, con mucha gente interesante como el argentino Gómez Voglino, con René Torres, Baena, Carvajal, en fin, tantos jugadores como también Iván García y muchos que me vienen a la memoria. Con Stalin Rivas, con Rafael Dudamel, fui también  su entrenador, entrenador del “Zurdo” Rojas, en fin, tantos jugadores interesantes, y de afuera también pude conocer a Pelé, a Di Stéfano que fue mi entrenador, también a Zico, en fin, muchos jugadores porque el fútbol te da eso, yo lo comparo con la música y con el arte, que uno puede en una noche escuchar un  gran concierto, ver una obra de arte y presenciar un gran partido, y siempre queda satisfecho.

 

-¿Cuál es el partido de los que jugó, que recuerda con más entusiasmo?

Fueron muchos, muchos, quedamos sextos en Sudamérica en Copa Libertadores, el gol que le hice al Gremio de Porto Alegre, recuerdo mucho el partido contra el Real Madrid, el gol que le pude hacer, ser el primer venezolano que le hizo un gol al Real Madrid, junto con los otros, Juan Arango, Fedor, Seijas, el Zurdo Rojas, en fin, seis o siete jugadores que hemos enfrentado a ese equipo y hemos tenido esa dicha de marcar.

-¿Cómo fue ese gol?

Ese fue un gol en el año 82, aquí se daba lo que es una Copa de Campeones, eso cambió mucho porque hoy en día priva el marketing, los derechos de televisión, entonces Camilo Temes, un empresario conocido en la época, se daba a la tarea de traer grandes equipos y trajo al Real Madrid, que cuando terminaba la Liga en España hacía una gira por América, entonces pasó por Mérida, tuvimos la dicha de enfrenarlo y terminó  el partido dos goles por lado, y lo interesante es que en ese equipo estaba Miguel Ángel González, que era el suplente de Arconada para el Mundial del 82, y también estaba quien fue uno de los grandes entrenadores españoles y de la selección, Vicente Del Bosque.

 

¿Cómo fue su experiencia con la Vinotinto?   

Fue interesante porque en ese año 76 como te dije, vino la vinotinto sub-20 a Mérida para jugar un partido contra Estudiantes, estaba Scarpeccio y otros, y perdió 5-0 la vinotinto con Estudiantes, entonces el profesor habla con Manuel Plasencia y le dice que él tiene por ahí un jugador, “un malandro” como decía Castanheira, “yo tengo por ahí un malandro que juega en la mitad, es así grandote y feo, si quiere se lo mando”, y Plasencia le dijo, “si mándelo, mándelo al Hotel Pío, en la Avenida Urdaneta”.

Yo estaba tranquilo en mi barrio y viene el profesor Castanheira y me dice “mira malandro, tienes que ir al Hotel Pío en la Urdaneta, y preguntar por el profesor Plasencia”.

Me fui y me presenté con el profesor Plasencia, le dije que iba de parte del profesor Castanheira, y me dijo, “si muy bien, el miércoles en Caracas en el estadio Brígido Iriarte”, y yo sin dinero me fui donde el señor Luis de la Asociación y le dije que me convocaron a la selección, me preguntó “quiere ir?”, y le dije que sí, y me dio 30 bolívares y dijo, “con eso paga el pasaje que son 25 bolívares y se come una arepa”, me fui y me presenté en el Brígido, me recibieron, me dieron la indumentaria para entrenar, y el señor Aparicio, de la Asociación de Distrito Federal, me dijo que me iba a quedar en el Teo Capriles, me cambié, hicimos fútbol y me quedé en la selección. En ese entonces Cadenas jugaba en la mediacancha, y con la llegada mía se tuvo que ir a la punta.

Fue muy buena esa experiencia, en el Teo Capriles me quedaba con Rafael Cadenas, y allí también estaban “Taba quito” Sanz y “Cochocho” Rengifo, que era del boxeo, porque allí se concentraban todos los boxeadores de la selección, y yo como venía de un barrio donde también se practicaba el boxeo, y Rafael Camacho fue instructor nuestro, nosotros nos poníamos los guantes y nos gustaba cuando éramos muchachos, y en una de esas me preguntan si quería ponerme los guantes, les dije que sí, subí al ring y guanteé con uno de los peleadores de la selección. Uno de los entrenadores me dijo “usted es bueno, ¿no le gustaría seguir?” y le contesté “no, lo mío es el fútbol”. Fue una experiencia bonita.

Me quedé en la selección, pude hacer el ciclo olímpico y jugar en el año 77 el Sudamericano, en el mismo año Bolivarianos, en el 78 Centroamericanos y del Caribe, jugué Copa América, en el 80 jugué Olímpicos, fui el capitán de Venezuela en los juegos Olímpicos de Moscú en el 80 cuando quedamos en el puesto 12, perdimos con Rusia 4-0, perdimos con Cuba 2-1 por el árbitro Guruceta que no nos pitó un off side, y le ganamos a Zambia, los campeones de África, fue una experiencia interesante. También jugué cinco copas Libertadores y tres premundiales. Traje para mi país tres medallas, medallas en los Centroamericanos en Medellín, medalla de plata en los Bolivarianos, en Medellín la final ante Cuba, plata, y hay una medalla que de oro, la del 82 en Cuba, en un Centroamericano, fui partícipe de esa selección, pero los problemas que hubo con la ULA y su junta directiva en ese tiempo, no nos permitieron ni a César  Baena, Emilio Campos ni a mi persona participar, pero entonces la Federación nos reconoció como miembros de esa selección, y creo que cumplí el ciclo olímpico para mi país en cuanto a lo que fueron selecciones.

Y en Copa Libertadores tuve la dicha de estar entre los seis grandes de Sudamérica, junto a Gremio y Flamengo cuando era más difícil, porque solo clasificaba uno por grupo.

 

-¿Quiénes fueron sus entrenadores en el profesional y qué rescataría de cada uno de ellos?

De todos pude sacar cosas positivas, de Próspero Peña su entusiasmo y la preocupación por unos muchachos como nosotros, que queríamos crecer en la vida y él nos dio esa oportunidad. De Castanheira, por ser el gran maestro que vino de Oporto, de Portugal, pasó por Caracas, y aquí dejó esa semilla que no es que se perdió, sino que no se le dio continuidad, y por eso la Universidad hoy en día uno lamenta, y da hasta pena decir que uno se formó ahí, viendo que con todas las instalaciones que tiene, todos los proyectos de vida que podrían hacer, porque el fútbol es un proyecto de vida para crecer, y no se ve que se esté cumpliendo con eso que hizo Castanheira y que también hizo Amenodoro.

El “Cata” Roque fue otro gran entrenador que tuve la dicha de tenerlo, y así muchos entrenadores que tuve, pero creo que fueron esos los que me marcaron en la vida, el caso del profesor Alí Cañas, que es mi hermano y tuvo la dicha de estar en un Mundial, hemos trabajado, porque aparte de eso también no solo como jugador, me pude formar también como entrenador, como dirigente, y pude también lograr algo interesante, estudiar  y terminar la carrera de abogado.

 

-Esa es la próxima pregunta: después de colgar los botines ¿a qué se dedica?

Me retiro en el año 83 a la edad de 35 años, cuando decidí que ya mi ciclo como jugador había terminado, además tenía problemas en mis rodillas, no iba a ganar el dinero que necesitaba para vivir, porque en esos momentos no es que el fútbol no era rentable, sino que simplemente los equipos seguían siendo solo equipos no contaban con la infraestructura o los recursos para  ser verdaderos clubes, pero ya hoy en día tienen una inversión en moneda extranjera, también tienen un activo que son sus jugadores, se dan transacciones a nivel nacional que no son muy cuantiosas,  pero si para los clubes criollos cuando es a nivel internacional y es lo que se pretende, tratar de formar jugadores para mostrarlos y ponerlos en el mercado.

Entonces este fútbol cambió, cambió en muchas cosas, en cuanto a instalaciones, en el año 2007 se realiza acá la Copa América que hizo que construyéramos los grandes estadios que tenemos hoy en día, y eso hay que

agradecérselo a Rafael Esquivel Melo, que para mi entender tiene sus problemas legales, pero no se le puede negar que hizo crecer a nuestro fútbol, es amigo y espero que tenga la mejor defensa, porque la transformación que ha tenido el fútbol en los últimos 10 o 15 años se le debe a él, hizo entender a nuestras autoridades que había que hacer inversiones en el fútbol y se construyeron esos grandes estadios.

También han invertido algunas gobernaciones y alcaldías, algunas de una manera consciente, pero otras por un populismo y por querer meterle la mano a un presupuesto, pero creo que a Esquivel se le debe ese cambio en cuanto a inversiones, a lograr para nuestro país esa Copa América, también en lo que se ha avanzado en cuanto a comercialización, y eso es parte del desarrollo que el fútbol ha tenido.

 

Finalmente, ¿cómo ve actualmente el fútbol en Venezuela?

Lo veo bien, porque si uno se pone a ver el universo que hay en cuanto a jugadores, es interesante, y en cuanto a su organización, de que los niños estén desde la categoría sub-6 hasta la sub-20 en las diferentes ligas y como esto está constituido, es importante, más lo que es la primera, segunda y tercera división, creo que allí está un universo de jugadores interesantes, y lo otro es lo que ha significado el desarrollo y el progreso en el fútbol femenino, que comenzó hace ocho o diez años, hemos estado en dos o tres mundiales, hoy en día hay un potencial y también hay una mano de obra que es estimada en el extranjero, en el caso de nuestras muchachas que hacen vida futbolística en Colombia, en España y en otras ligas, pero también nuestros muchachos juegan la mayoría en 15, 17 o 20 ligas de las 87 ligas de fútbol que hay en el mundo y eso es interesante. Creo que se terminaría de fortalecerse y de constituirse en el momento que nazca la Liga en sí, la liga de fútbol profesional, y avalada por Federación y por FIFA, para que nuestros muchachos tengan esa proyección. La televisión ha influido mucho, y creo que le da el beneficio de proyectar al fútbol y a los futbolistas.

Ahora lo que queda es que los venideros dirigentes y los que están invirtiendo, que se ve que es gente muy joven, gente que tiene la preocupación, ese interés, ojalá y no desmayen para que el fútbol profesional siga afianzándose y tenga esa proyección.

También en la Vinotinto el técnico Dudamel le ha dado una transformación, sin dejar de reconocer el trabajo y lo que dejaron Richard Páez, Noel Sanvicente, y los que antecedieron a Dudamel, el caso de César Farías, que dejó el listón alto con su cuarto lugar en Copa América, y eso es interesante.

Dudamel estaría ya más enfocado al proyecto que tiene para el Mundial de Qatar, pero yo diría que sería para más allá, para el Mundial 2026, que aún no se sabe qué país será el encargado de organizarlo. Creo que con el trabajo, la inversión y la cantidad de jugadores que tenemos, además del talento potencial que hay, Venezuela podría estar en ese tan anhelado Mundial, para dejar de ser el único país de esta parte del continente, que no hemos tenido esa dicha.

Ricardo Cabrera
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