A MODO GROSO

Por Jemmyl Lamprea

Para ser técnico de las eliminatorias, los roles naturales de trabajo y procesos varían, porque el producto de jugador ya está consolidado, algunos en plena adaptación y muy pocos en la liga del país que se representa. Se hace un trabajo más de evaluación a distancia, que una influencia directa y constante por razones obvias. Sin embargo, estás dos presentaciones de la selección, enseñan cosas para luchar hasta el final y otras que te preocupan. Del C.T. rescato su lectura lógica de uso de los recursos, manejo de los tiempos de cambio y destellos de verticalidad que antes no eran frecuentes, aún con las circunstancias dadas para ello, lo que habla de otra narrativa de buscar en recuperación, pero sobre todo de corregir rápido en plena faena. Preocupa, la desconexión individual y colectiva de la aplicación táctica en orden y ABC en jugadas de rutina, apoyos en salida en torno a la segunda pelota en ataque directo. Falta darle mayor dinámica al equipo en tenencia y alternativas de juego para el poseedor. La actitud aflora, aunque se equivoquen, todos los equipos lo hacen. Soteldo debe ser titular es diferente, encara y propicia, el brujo Martínez acelerado y con altibajos, falta ponderar y ser más preciso. Sosa buen recurso pero hay que apoyarlo para sacar lo mejor de él, Yangel es un fuera de serie pero se desconecta por el sistema que no se regula en ida y vuelta. Atrás hay una línea sólida, grato funcionamiento de Navarro, mientras Alexander confía más en lo físico y se equivoca en discriminar. Esto es de oportunidades para los de arriba, excepto Rondón, de ligar buenos minutos para seguir o no, pasa con Josep. Hoy fue superlativo los minutos de Córdoba, seguro, resoluto y más maduro en los movimientos con pelota, mientras Savarino en dos jugadas sumo técnica y sobre todo un 20 táctico, para filtrar dos balones y desnudar al rival, problema feliz para el DT, Salomón hay que dejarlo, hasta que se vacíe el tanque, aún sin ser el de otrora, preocupa y el rival juega diferente, todo va en la lectura y si vale la pena desgastarlo o no, como paso contra Colombia. Es una evaluación aceptable del trabajo cumplido, y reconocer que en la agenda, hay que corregir muchas cosas tácticas para competir al nivel de los siempre mundialistas suramericanos, hoy nos alcanzó, pero en otros ocasos, el sol pide un escalón más.