Mario Pereira: el Arquitecto de un Sueño Rojiverde

Estaba en Portugal, pero al saber del homenaje que se preparaba para el Club Sport Marítimo de Venezuela, hizo hasta lo imposible por estar presente el pasado 4 de octubre en la hermosa cancha de fútbol del Club Puerto Azul de Naiguatá, y allí pudimos ser testigos del inmenso cariño que todos los que de una forma u otra tienen que ver con el club, le demuestran a Mario Pereira. Esta es su historia, contada por el propio Mario:
por: Ricardo Cabrera 
Desde las «caimaneras» hasta la presidencia fundacional en el fútbol profesional, la vida de Mario Pereira es la crónica viva de la pasión, la visión y el esfuerzo que ayudaron a construir al Club Sport Marítimo de Venezuela.
El Encuentro Fortuito: Un Joven Inmigrante y su Destino Rojiverde
La historia comienza con la llegada de un joven luso-venezolano. Mario Pereira pisó Venezuela el 29 de marzo de 1965, y apenas un mes después, comenzaría un idilio eterno con los colores que definirían su vida. «Pasaba todos los días por el Don Bosco de Boleíta, imagínate tú, obra de Dios», recuerda con nostalgia sobre sus primeros días. En esas «caimaneras» dominicales, el destino le tendría una jugada maestra.
«Conocí a un señor, Gil Pereira, que era directivo del Deportivo Nacional, y me invitó a jugar por ellos contra el Marítimo. Claro que yo ni sabía que existía un Marítimo en Venezuela». Su desempeño en ese partido fue tan destacado que, al día siguiente, la directiva del Marítimo ya lo esperaba en su trabajo. «Me sentí como pez en el agua. Y una gran alegría para mí, claro, yo no era del Nacional, yo era del Marítimo», confiesa, sellando un vínculo que parecía predestinado.
La Forja de un Líder: Del Terreno de Juego a la Junta Directiva
Su ingreso al club coincidió con un puesto en el Deportivo Portugués, que describe como «una escuela» para entender la gerencia deportiva. Desde dentro del Marítimo, su mentalidad proactiva brilló de inmediato: «Me di cuenta de algunas fallas y me puse a la orden para colaborar». Su dedicación lo catapultó. «Más adelante me pidieron que me hiciera cargo del equipo en total».
Bajo su liderazgo, se gestó una transformación crucial: el cambio de nombre de «Deportivo Marítimo» a «Club Sport Marítimo de Venezuela». Con una campaña para captar socios, no solo consolidaron la institución, sino que lograron el ascenso a la primera división amateur y, posteriormente, el campeonato en la liga de Miranda, derrotando en su cancha a un poderoso equipo del Germania.
El Salto a la Leyenda: Nace el Marítimo Profesional
El punto de inflexión llegó en una fiesta en el Madeira Country Club. «Rufino Gómez, Octavio Rodríguez y alguien más… plantearon la posibilidad de llevar al Marítimo al fútbol profesional». La idea prendió y se materializó en una reunión en el Restaurant Delicias del Mar.
Sin embargo, el proyecto estuvo a punto de naufragar por un detalle crucial: la presidencia. «Todos querían que fuera yo, pero me negaba a aceptarlo». Fue solo en la tercera reunión, con el plazo de inscripción casi vencido, cuando Mario aceptó, pero imponiendo condiciones revolucionarias para la época:
1. Profesionalismo real: Sueldos pagados puntualmente, incluso en días festivos.
2. Logística de primera: Viajes en autobuses de lujo para trayectos de hasta cuatro horas, y en avión para distancias mayores.
3. Imagen impecable: Vestimenta formal e igualitaria para los desplazamientos.
«Bueno, lógicamente, Ricardo, como entenderás que siendo el presidente de este grupo fabuloso de gente… logramos unos resultados que están a la vista». Los resultados fueron históricos: campeón invicto de la Segunda División en su primer año y subcampeón de la Primera División en el segundo. «Primera vez que se participa en primera división, llegar de subcampeones. Yo creo que esto también fue un logro muy importante».
La Fiesta en el Estadio: Un Legado que Trasciende lo Deportivo
Mario no solo recuerda los triunfos, sino la atmósfera que se creó. «Lograr llenar el estadio con vallas, aunque fueran pequeñas, eso nos ayudó mucho». Describe un ecosistema vibrante: venta de franelas y suvenires, espetadas, Bolo Do Caco, cerveza y la creación de la banda del Marítimo.
«Ir al estadio los domingos, Ricardo, era un día de fiesta. Era donde nosotros conseguimos ver gente de la comunidad, amigos nuestros que ni sabíamos que estaban en Venezuela… Ver padres, hijos, niños, pequeños… Para mí es un buen orgullo y sigo con eso. Siempre con mi amor a mi querido Marítimo».
Compromiso de Por Vida: El Marítimo en Todas sus Formas
Su labor no terminó con la presidencia profesional. Mario Pereira nunca abandonó la divisa, apoyándola en múltiples disciplinas:
· Futbolito y Fútbol Amateur: Campeón en varias oportunidades con equipos en el Centro Portugués y el Centro Luso-Venezolano.
· Futsala: Subcampeón en el primer campeonato transmitido por televisión y campeón estatal con el equipo de La Guaira (Vargas), donde también ganaron los premios al «Fairplay» y al «equipo más bien vestido».
· Fútbol de Playa y Veteranos: Participación activa en torneos locales e internacionales, llevando el nombre del Marítimo a Aruba, Curazao, Portugal Continental y Madeira.
Uno de sus legados institucionales más importantes fue su participación clave en el cambio de nombre del Centro Luso-Venezolano de Turumo a «Centro Marítimo», un acto que consolida la identidad de la comunidad en torno al club.
Conclusión: El Alma Rojiverde
La narrativa de Mario Pereira es más que una simple colección de anécdotas; es el relato fundacional de una institución forjada con tesón, visión y un amor inquebrantable. Él no solo fue su primer presidente profesional, sino el arquitecto de una cultura de profesionalismo y familia que, hasta el día de hoy, define al Club Sport Marítimo de Venezuela. Su historia es la prueba de que los clubes grandes se construyen con la pasión de gente que, como él, nunca deja de ser parte del juego.