Luis Enrique Mendoza: «Mis amigos de la vida son del Santo Tomás de Aquino» 

Gabriel Capriles (Especial) 
Todos los hijos de Mendocita (Luis Mendoza) jugaron fútbol, unos más, otros menos, con ese estirpe y sangre del crack venezolano de todos los tiempos.
Luis Enrique Mendoza compitió y fue un  futbolista hasta cierta etapa de su vida, no dejó ni de ser profesional del balompié, ni de representar a la selección nacional en algún momento de su vida, como su padre.
Estudió desde tercer grado hasta hacerse bachiller, en el Santo Tomás de Aquino porque Mendocita y sus muchachos estaban sembrados en los Palos Grandes de Caracas, y en el colegio Luis Enrique fue creciendo como futbolista en las categorías menores, donde tuvo a Benjamín Iglesias como entrenador y luego a Pedrito Febles.

Luís Enrique se puede dar el lujo de decir que es uno de los pocos venezolanos vivos que estuvo en una cancha de fútbol del país junto a «O Rei» Pelé, aunque estaba muuy pequeñito cuando sucedió…

«Febles no solo fue mi profesor en Santo Tomás, sino que fue mucho después mi compañero de equipo en El San Cristóbal FC» dijo con emoción.

«Fue una época maravillosa de crecimiento futbolístico, -narró- de inolvidables torneos infantiles frente a nuestros rivales naturales La Salle, San Agustín y Loyola, donde coseché definitivamente a mis amigos de toda la vida: Juan Báez (compadre), Andrés Vera (compadre), Rodolfo «Tololo» Díaz (compadre), Gabriel «Gaby» Miranda, Rafael «El Pollo»  Ayala, Luis Ángel Molpeceres, José Romero, José (el Gallego) Fernández, Guido Gallo (QEPD), Manuel (La momia) Garrido, Leo Da Vivo, Jorge Santorum, Keneth Hernández, Eduardo Martí, Jorge Cabrera, Gabriel «Gaby» Barreiro, Mauricio Rossi, Ricky Rodríguez y Luis Pico».
Rubén Sosa y Romario 
Luis Enrique vistió el uniforme nacional en 1985 en el Suramericano de Paraguay, y en unos Juegos Odesur en 1986, donde enfrentó a jugadores de la talla de Rubén Sosa, el uruguayo que después fue ficha del Inter de Milán, y a Romario, que luego sería una leyenda y campeón mundial en 1994.
«Las distancias eran enormes, nosotros entrenando martes y jueves, e imagínate ellos ya se perfilaban como unos monstruos» comentó.
Uno de los detalles que contó Luís Enrique Mendoza y hasta de manera jocosa, era que los curas del Santo Tomas de Aquino eran medio celosos, y una vez un sábado lo dejaron en la banca porque no había ido a entrenar por varias sesiones, y no entendían que había faltado debido a que estaba representando a Venezuela con la selección.
«No eran muy buenas las relaciones en aquella época entre el futbol colegial, ni con la Federación ni con el Comité Olímpico» contó a través del hilo telefónico.
Profesional Como Su Papá 
Teniendo el mejor ejemplo del mundo, como lo fue para él su padre el gran Mendocita, Luis Enrique siguió sus pasos antes de decidirse por la aviación comercial, jugó con el San Cristóbal , Caracas FC , Tiendas Rex y Pepeganga Margarita con el mismo estilo del 10 de Venezuela, finura en el toque del balón y visión periférica.
Acá habría que señalar que el peso que tenía sobre sus espaldas Luís Enrique fue bastante grande, siendo el hijo del mejor jugador del país la gente siempre tenía altísimas expectativas sobre su fútbol, por lo que tal vez la presión que soportaba al salir a la cancha al final pudo más que sus ganas de vivir del fútbol profesional, y prefirió prepararse para el futuro estudiando para ser piloto comercial, lo que le permitió dejar  las canchas del rentado cuando quiso, y vivir sin apuros por los aires de Venezuela y el mundo. Cumplió su sueño y seguramente también el deseo de su padre jugando junto a él en el profesional, pero también alcanzó su meta en la aviación.

Luís Enrique protagonizó junto a su papá Mendocita y su hermano Luís Carlos, el primer y único caso de padre y sus dos hijos jugar en un partido de fútbol profesional simultáneamente, con el Caracas FC

Candal tenia razón 

Cuando le consultamos acerca del derrumbe vinotinto en la eliminatoria, señaló que él coincidía con Alex Candal cuando en la copa América 2024 en Estados Unidos dijo que con ese fútbol al pelotazo y a la olla, sin asociaciones, Venezuela no tenia vida, y así fue.
«Alex tenía razón en ese momento e imagínate nosotros somos defensores del «toque bola» como hijos de Luis Mendoza, no podíamos ver con buenos ojos ese fútbol que practicó la selección», recordó Luis Enrique.
Con 60 años Luis Enrique sigue activo como Piloto Corporativo, después de volar con las mejores líneas aéreas del país, y como en Los Mendoza todo es tradición, de tal palo tal astilla, su hijo Luis Alfredo también salió piloto, por supuesto después de haber jugado fútbol como su papá y su abuelo.