La Vitrina del balompié nacional
El fútbol es el deporte más universal, el más importante desde el punto de vista social, cultural e, inclusive, económico. Es el único que se juega con los pies. Implica patear el balón, ese objeto redondo que pesa un poco menos de medio kilo y cuyos movimientos hay que saber controlar. Aunque a primera vista luce simple, es complicado. De acuerdo con la descripción Jorge Valdano, gran jugador y hoy en día un referente intelectual indispensable para comprender este deporte desde la perspectiva social, se trata de “una representación teatral en la que nunca se sabe dónde está el nudo de la obra”.
Aquí se habla beisbol
Sin embargo, en Venezuela el beisbol continúa siendo el deporte nacional, decretado así en el año 1941 por el presidente Isaías Medina Angarita, a raíz del triunfo del equipo venezolano frente a Cuba en la Serie Mundial de Beisbol Amateur.
Desde entonces este deporte ha sido el más importante como espectáculo y sus figuras son consideradas íconos de la patria. Es el más arraigado entre la gente al punto de que ha infiltrado el lenguaje coloquial del ciudadano de a pie: “Me poncharon”, “Lo agarraron fuera de base”, “Ese tipo es un faul”, “Quedó con el bate al hombro”, “La pegó contra la pared”, son todas expresiones extraídas de la jerga beisbolística, empleadas para describir y calificar determinadas situaciones de la vida cotidiana. Estamos hechos de beisbol, decía la cuña de un refresco.
El fútbol llegó a Venezuela a finales del siglo XIX a través de inmigrantes ingleses, pero no fue sino hasta el siglo XX cuando se organizó de manera formal, mediante la creación, en el año 1925, de la Federación Nacional de Fútbol, semilla de los que más tarde se convirtió en la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).
Alrededor de los años sesenta avanzó de manera importante, gracias a la presencia de inmigrantes españoles, italianos y portugueses, y se divulgó principalmente dentro de los grupos sociales más privilegiados. No era raro, pues, que en el medio popular el fútbol fuese visto como un deporte para gente “fisna”, una manera jocosa de aludir a las personas acomodadas, en abierto contraste con otras disciplinas, sobre todo con el boxeo y el béisbol. El fútbol se profesionalizó, apenas, en 1957,
Sin embargo, tras ocupar mucho tiempo un lugar más bien marginal, en las últimas tres décadas el fútbol se ha convertido en el deporte que más se practica en Venezuela, y en medio de la prolongada crisis política por la que atraviesa el país, marcada por una profunda polarización, su selección nacional, «La Vinotinto», pareciera ser uno de los muy escasos puntos de acuerdo y de unión de todos.
La importancia de la historia
No me imagino la vida sin el fútbol. Piso la cancha desde los cuatro años y salvo impedimentos mayores, en particular debido a lesiones sufridas en ella, nunca he dejado de jugar y aún lo sigo haciendo en esta etapa en la que gente que dice quererme, me sugiera que ya basta, que cuelgue los botines y que me dedique a caminar, si lo que quiero es no echar barriga. No he conseguido explicar que, al igual que Camus, el filósofo francés, “todo lo que sé de la vida se le debo al fútbol”.
De lo expresado anteriormente es fácil entender el valor y la importancia que le doy a la labor realizada desde el año 2019 por la Fundación Venezuela Fútbol Historia, creada por el comunicador Luís Vidal, quien a la cabeza de un excelente equipo se ha trazado como propósito preservar, investigar y difundir el pasado de nuestro balompié.
Desde la magia de las redes sociales han ido exponiendo la historia del fútbol venezolano a través de fotografías, entrevistas y publicaciones que cuentan el desarrollo del nuestro balompié y, con el mismo propósito, se ha dado a la tarea de homenajear a exjugadores, entrenadores y otras figuras que, desde distintas posiciones, han contribuido en la misma tarea. Así mismo han sido varios y diversos los encuentros llevados a cabo en diversos lugares del país y también fuera de él, siempre con la idea de juntar a la “gente del fútbol”, para conocerlo, reconocerlo y fortalecerlo más.
Ver el futuro
Como suele decirse, “quien olvida su historia está condenado a repetirla». En efecto, el pasado nos deja un saldo que nos permite encarar este futuro tan complicado que nos ha tocado en suerte a los terrícolas, en todos los escenarios por donde transcurre la vida, incluyendo el deporte, incluyendo el fútbol.
Desde luego, no es ésta la oportunidad de extenderse en este tema. Basta con señalar que el nivel alcanzado actualmente por la Robotización, la Inteligencia Artificial y las Biotecnologías, sirven como señal de las transformaciones que vienen.
Ignacio Nacho Ávalos


