Herbert Márquez goleó y disfrutó en el reencuentro de leyendas del Marítimo de Venezuela
La «Generación Dorada» de esta divisa se volvió a encontrar, después de 30 años, en el Club Puerto Azul para un partido cargado de anécdotas, goles y emociones. Herbert Márquez, la gran figura, brilló con cuatro goles y revivió sus épocas de gloria.
Ricardo Cabrera
El ambiente fue una mezcla perfecta de nostalgia y alegría. El reencuentro de exjugadores, directivos y acompañantes del gran Club Sport Marítimo de Venezuela, celebrado en el Club Puerto Azul, culminó con una victoria contundente de 8-2 y, lo más importante, con el corazón lleno de recuerdos para todos los asistentes.
La gran figura de la tarde fue el goleador histórico, Herbert Márquez, quien reapareció como en sus mejores tiempos para anotar cuatro de los ocho goles de su equipo. Posterior al partido compartió en las instalaciones del club con el guardameta «Papelito» Cáceres, el que recibió sus cuatro goles, en un momento que simbolizó la hermandad que se forjaba entre estos futbolistas en sus años de gloria.
Cuando comenzó a organizarse el reencuentro de jugadores, técnicos y directivos del desaparecido Club Sport Marítimo de Venezuela, el atacante oriental fue uno de los primeros en mostrar su interés en participar.
Herbert se vino manejando desde El Tigre, estado Anzoátegui, hasta el Club Puerto Azul de Naiguatá, acompañado por su esposa, y fue junto a Tony Carrasco y su señora esposa, de los que más disfrutaron su estancia en el club durante el fin de semana.
Antes de dejar las instalaciones del centro social lo abordamos y al ser consultado sobre la actividad, Márquez no ocultó su felicidad.
«Súper contento, súper contento con el reencuentro con los compañeros del Marítimo, reencuentro de hombres de la selección de Venezuela, de otros equipos. Fue un evento inolvidable, creo que me llevo a mi casa un recuerdo muy bueno», expresó el exdelantero, bromeando sobre el marcador: «Los goles fueron cuatro, creo que terminó como 8-0, u 8-2-1, algo así, pero de eso se trata: de reírse y gozar un montón, porque al final el resultado es lo de menos».
La charla derivó en las anécdotas que surgieron durante el encuentro, las cuales transportaron a todos a aquella época dorada. Márquez destacó la esencia del grupo, que permanece intacta. «Fíjate que fue casi igual, lo mismo, lo mismo. Yo creo que la gente no cambió. El reencuentro nos hizo recordar esos momentos en el camerino… Rafa Santana con su chiste, con sus anécdotas locas… Pero eso fueron las cosas que me hicieron reír, de eso es lo que disfrutamos y eso es lo que me llevo».
Una de las confidencias más curiosas que salió a la luz fue la de su faceta como «manicurista» del equipo. «Bueno, cuando los muchachos se quedaban dormidos después de un entrenamiento fuerte… llegamos a descansar y yo era el que quedaba por ahí con una pintura de uñas, pintándole las uñas a los muchachos», recordó entre risas, rematando con una anécdota de riesgo: «Hasta que San Vicente me sacó una pistola… ¡y como te asustaste! -le dijeron-. No, no me asusté, ¡estaba corriendo!».
Sobre la posibilidad de repetir este emotivo evento, Herbert Márquez fue contundente: «Por supuesto que sí, por supuesto que sí. No solamente aquí en Caracas o en Puerto Azul, sino en varias partes del país, porque eso es lo que nos llevamos».
Con la energía de quien quiere replicar la magia, incluso se le propuso ser el próximo anfitrión en Puerto La Cruz, una idea que aceptó de inmediato con un entusiasta «¡Bueno, bueno, estaríamos encantados de recibirlos por allá».
El reencuentro no solo fue un éxito en la cancha, sino que demostró que los lazos forjados en el fútbol perduran para siempre, escribiendo un nuevo y feliz capítulo en la historia de estas leyendas.