En los Estados Unidos El merideño Eduardo Eliú Contreras cambió la Dirección Técnica por el silbato
Ricardo Cabrera
Eduardo Eliú Contreras es un venezolano como hay millones hoy en día, que debió emigrar a otro país en busca de un mejor presente y futuro, y actualmente se abre camino a fuerza de empeño y pasión, sigue en lo que le gusta y lo llena, que es el fútbol, aunque en otro papel que en Venezuela nunca pensó desempeñar.
Así es, en Mérida, Venezuela, Eduardo luego de dejar el rol de jugador aficionado activo en su barrio, quiso ser docente y entrenador siguiendo el ejemplo de su profesor Ramón Moncho Escalona, y se preparó para ello, logrando reunir valiosa experiencia que le sirvió de mucho cuando decidió salir del país buscando mejores oportunidades.

Como lo señalamos la pasión de Eduardo es la formación y la dirección técnica, y su contacto con el arbitraje no pasó de agarrar el silbato en las sesiones de entrenamiento y pitar los partidillos entre titulares y suplentes, pero la vida le tenía reservada una sorpresa …
Viviendo el Sueño Americano
Por circunstancias de la vida, y siguiendo en su búsqueda de un futuro mejor, Eduardo Contreras se marcha a Estados Unidos, y ya en el norte debió comenzar prácticamente de cero, a pesar de su experiencia y curriculum.
pero esto no fue impedimento para él, y con mucha humildad aceptó comenzar en el fútbol como asistente o juez de línea en los torneos locales.
Señala con tranquilidad que «lo acepté con mucha humildad, ya que venía de ser entrenador y es un rango diferente al de árbitro”, y precisamente por esta actitud fue tomado en cuenta y su forma de ser lo llevó a crecer rápidamente dentro del arbitraje, consiguiendo oportunidades importantes en diferentes ligas y torneos.
En la actualidad Eduardo tiene la responsabilidad de dirigir como juez principal y como juez asistente en competencias como la North Texas Soccer State Cup, la Elite Clubs National League (ECNL), la McKinney Spring Cup, la Lonestar Legado Copa, entre otros campeonatos locales y nacionales de alto nivel.
Pero estas oportunidades no le cayeron del cielo,
para lograrlo se formó en el US Soccer Federation Referee Program, donde completó cursos virtuales y presenciales hasta obtener su licencia oficial.
Esa preparación, sumada a su experiencia como entrenador, le ha permitido tener mayor confianza y disfrutar hoy en día del arbitraje con pasión, sin olvidar su pasado como entrenador.
No ha sido fácil, según afirma el venezolano «he tenido muchos retos y desafíos, como el del idioma, pero he podido adaptarme conociendo y comprendiendo la idiosincrasia del latino y del norteamericano».
“La cultura norteamericana del no engaño y de no discutir con el árbitro, lo hacen bonito e interesante. Claro, siempre hay momentos de tensión, sobre todo con jugadores latinos que viven el fútbol de manera más efusiva, pero nada que no se pueda controlar con una amonestación verbal o una tarjeta”, afirma.
Su contacto en las canchas con ex árbitros FIFA y muy buenos colegiados procedentes de distintos países como Nigeria, Albania, de norte y Centro y Sudamérica ha sido importante para Eduardo, ya que «el compartir experiencias con estos colegas me nutre en conocimientos».
Con mucha fe en el futuro

“Me siento muy contento por la oportunidad que Dios me está dando y espero seguir subiendo escalones. Ojalá llegue pronto el momento de volver a Venezuela, si las condiciones están dadas, y allí decidiré si sigo como árbitro, o como entrenador», concluye.